Creador y difusor extraordinario de frases, juegos de palabras y proclamas con sentido electoral y político, que incluso se han quedado en el habla popular más allá de su original sentido partidista o grupal, Andrés Manuel López Obrador pronunció ayer un par de palabras, “ya chole”, que han irritado a los movimientos feministas por suponer que es una muestra de hartazgo presidencial respecto a las acusaciones de delitos sexuales contra el probable candidato de Morena a gobernar Guerrero, Félix Salgado Macedonio.
Seguidores y defensores de López Obrador aseguran que el destino de tal expresión no son las luchas reivindicatorias de las mujeres, sino el periodismo mercenario que busca potenciar todo lo que sea adverso a la llamada Cuarta Transformación.
Es probable que a estas alturas del infectado diálogo, debate o abierta camorra (sobre todo en las redes sociodigitales) que se vive rumbo a las muy definitorias elecciones intermedias de este año, lo de menos vaya a ser el estricto análisis del contexto en que López Obrador pronunció el “ya chole”. Para buena parte de las luchas feministas, tal expresión coloquial de López Obrador sintetiza un pensamiento ajeno y contrario a tales batallas y reivindicaciones. Desde luego, como es evidente en la ruda campaña preelectoral en curso, los adversarios del político tabasqueño han aprovechado la oportunidad para contrapuntear, inducir y magnificar el sentido del par de palabras andresinas.
La postura del Hombre de Palacio, con par de palabras o sin ellas, respecto a la postulación de Salgado Macedonio para gobernar Guerrero, es una cesión equívoca a sus adversarios electorales, a sus impugnadores ideológicos (la izquierda o el progresismo: es decir lo avanzado y no lo retrógrada) y al principal movimiento social que, con sus divisiones internas y sin estructura organizada, ha irrumpido en el mundo y en México, el de las mujeres que sin miramientos reclaman a autoridades y políticos su inacción real, ya no se diga la incomprensión hasta retórica de estas movilizaciones.
Para tenerlo claro: así fue la pregunta periodística que desembocó en la polémica expresión “ya chole”, durante la conferencia presidencial de prensa del jueves: “ayer, después de sus declaraciones sobre el caso de Félix Salgado, surgió una campaña, no sé si vio, que rompa el pacto patriarcal, porque consideran que con esto defiende o protege a Félix Salgado. ¿Qué les dice a estas mujeres que han hecho esta campaña?”.
El presidente de México retomó las palabras dichas el miércoles y llevó el tema hacia la lucha política y electoral y la concurrencia de intereses amafiados para frenar el cambio que propone el obradorismo, particularmente en cuanto al papel del periodismo mercenario. Tres veces la periodista en turno trató de retomar el punto específico de las acusaciones de mujeres contra Salgado Macedonio por delitos sexuales.
Como sucede con demasiada frecuencia, el Presidente de la República recurrió a pasajes históricos de su preferencia para tratar de dar contexto a algunas de sus posturas actuales. Esta vez trajo a escena a Lucas Alamán, Antonio López de Santa Anna, Maximiliano de Habsburgo, hasta llegar a Porfirio Díaz y Francisco I. Madero (Hitler volvió a ser mencionado).
Los conservadores, explicó AMLO, “así como fueron a buscar a Santa Anna luego fueron a buscar a Maximiliano más tarde, 10 años después, y siempre es lo mismo. ¿Y cómo se apoyan? Fíjense, estamos hablando de 1850, esto de Alamán con Santa Anna, diciéndole que controlaban la opinión pública porque dominaban los periódicos, ellos tenían los periódicos, los conservadores. ¿Cómo manejaba Hitler su propaganda? Igual, pero eso después. Entonces ya, como dicen algunos, ¿no?, ‘ya chole’” (todas las citas sobre este tema, en la página presidencial https://bit.ly/3s7Udd4).
Y, mientras sufren “apagones” también los gigantes de Internet, Facebook, WhatsApp e Instagram, ¡hasta el próximo lunes!
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