Los apagones de los días recientes son una “consecuencia clara de la reforma energética” aprobada en la administración federal pasada, afirmó la dirigencia del Partido del Trabajo (PT), y sostuvo que dicha modificación constitucional impulsada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) permitió la dependencia de Estados Unidos en esta materia.
En tanto que la Alianza Federalista, que agrupa a gobernadores de oposición, calificó de “suicida” la política energética de la presente administración federal.
Por medio de un comunicado, el coordinador nacional del PT, Alberto Anaya, reiteró su “total apoyo” a la iniciativa preferente que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador para reformar la Ley de la Industria Eléctrica. Consideró que dicha propuesta permitirá resarcir las consecuencias de la legislación aprobada en el sexenio anterior.
“Aunque la oposición trae una campaña contra la propuesta del Presidente, la verdad es que es justamente para recuperar nuestra soberanía y para lograr mejores condiciones en la producción de electricidad”, agregó.
Por su parte, la Alianza Federalista señaló que la iniciativa “no impulsa el crecimiento y la generación diversificada de energías” en un contexto que exige una estrategia, cooperación y modernidad en el sector.