Madrid. El primer ministro de Italia, Mario Draghi, logró ayer superar el último escollo para formar oficialmente gobierno tras obtener el amplio apoyo de la Cámara de Diputados, con 535 votos a favor, 56 en contra y 5 abstenciones, después del amplio aval obtenido un día antes en el Senado.
Con este resultado, Draghi consigue pasar el trámite parlamentario e Italia comenzará a contar con un nuevo gobierno, después de que el anterior, liderado por Giuseppe Conte, fue disuelto a finales de enero por las discrepancias en torno al destino de los fondos de recuperación europeos.
“Ahora es el momento de dar respuestas. El país atraviesa una de las épocas más oscuras de la historia y hay prioridades como las vacunas, el apoyo a las empresas, el IVA y las familias. Éste es el camino a seguir”, tuiteó el canciller, Luigi di Maio.
Votaron en contra 16 diputados del Movimiento 5 Estrellas y los representantes del partido de extrema derecha Hermanos de Italia.
Durante un discurso más breve que el pronunciado antier en el Senado, Draghi hizo especial hincapié en la lucha contra la corrupción, pues “es fundamental” para acabar con el crimen organizado de las mafias.
Draghi destacó la necesidad de una reforma del sistema judicial y señaló que su gobierno “está comprometido con la mejora de la justicia civil y penal”, además de que pretende que los juicios se agilicen con una “duración razonable” más acorde a los estándares del resto de países europeos.
En materia económica, el primer ministro italiano reconoció la labor de la pequeña y mediana empresas, a las que calificó de “la columna vertebral” de la productividad del país, junto con el turismo, sector que, confía, sea uno de los que primero se recupere tras la crisis de la pandemia.
Draghi también se refirió al deporte, que calificó de algo “profundamente arraigado” en la sociedad y en el imaginario colectivo de Italia, que ha sido “fuertemente afectado por la pandemia”.