Londres. Tras casi un año de reuniones por video, ni siquiera los líderes del Grupo de los Siete (G7) países más industrializados lograron escapar a la maldición del micrófono abierto este viernes, cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, tuvo que decirle a la líder alemana que cerrara el suyo.
Mientras Johnson comenzaba la reunión, una voz en alemán le interrumpió repentinamente cuando intentaba decirles a los líderes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Italia, Mario Draghi, que quería una reunión cara a cara en la cumbre del G7 de junio.
"¿Nos oyes, Angela?", bromeó Johnson por encima del alemán, riéndose. "Creo que deberías silenciarte".
Johnson, conocido por sus meteduras de pata, también afirmó que Biden le había "raspado" -robado en jerga británica- su eslogan "build back better" (reconstruir mejor), pero luego bromeó diciendo que probablemente él mismo lo había sacado de otro sitio.