Kansas. Los abogados del presunto líder de la organización de ultraderecha Proud Boys culparon al ex presidente Donald Trump por el asalto del 6 de enero al Capitolio y dijeron que en las cinco semanas transcurridas desde entonces “se acabó el sueño febril”.
William Chrestman, veterano del ejército y trabajador metalúrgico de Olathe, Kansas, continúa preso mientras el juez decide si le otorga la libertad condicional hasta el juicio. Está acusado de conspiración, obstrucción de un acto oficial, amenazas a un agente de policía federal y otros cargos derivados de la insurrección.
Proud Boys es un grupo armado de ultraderecha integrado principalmente por militares y policías retirados.
Los fiscales quieren que Chrestman siga en la cárcel porque lo consideran peligroso para la comunidad y piensan que intentará fugarse. La defensa asegura que no huirá y que no es peligroso, porque el mundo que lo rodea ha cambiado desde entonces. Dicen que la cárcel, lejos de envalentonarlo, lo ha disciplinado.
“Es asombroso imaginar tomar por asalto el Capitolio de Estados Unidos con palos y banderas y aerosoles contra una policía armada y altamente entrenada. Sólo lo intentaría alguien que creía que contaba con respaldo oficial. Y un Proud Boy que prestara atención estaría convencido de ello”, señalaron los abogados.
Añadieron que vieron cómo su retórica “pro Estados Unidos, pro capitalista y pro Trump” los introducía en el Partido Republicano. Vieron cómo la policía atacaba a Black Lives Matter y los manifestantes antifascistas, pero escoltaban a los Proud Boys y sus aliados para que estuvieran a salvo. Vieron cómo se nombraba a su líder, Enrique Tarrio, director de Latinos para Trump en Florida.
“Las cinco semanas transcurridas desde el 6 de enero han acabado con el sueño febril. Los Proud Boys son ‘radiactivos ahora’. Todo aire de respetabilidad se ha desvanecido”, escribieron los defensores.
En tanto, el senador texano Ted Cruz reconoció que viajó a Cancún para pasar unas vacaciones familiares cuando su estado sufre una dura tormenta invernal que dejó a millones sin electricidad ni agua potable y provocó 38 muertos en Texas y otros estados.
El prominente legislador republicano, fuerte defensor de Trump, dijo en un comunicado que acompañó a su familia después que sus hijas pidieron ir de viaje con amistades porque las clases estaban suspendidas por el resto de la semana. “Quise ser un buen papá, volé con ellas anoche y vuelo de regreso esta tarde”, dijo Cruz después de que la agencia Ap y otros medos periodísticos informaron los detalles de su viaje.
La revelación expone a Cruz a críticas considerables, tanto de demócratas como de republicanos, en Texas y el resto del país.
Cientos de miles de personas en Texas enfrentaban ayer su cuarto día sin luz y una crisis de agua potable al tiempo que las tormentas invernales causaban estragos en la red eléctrica y otros servicios.
Las autoridades en Texas ordenaron a 7 millones de personas –25 por ciento de los habitantes del segundo estado más grande del país– que hiervan agua de la llave antes de beberla, luego de días de históricas temperaturas bajas que causaron daños en la infraestructura y congelaron tuberías.