Hoy, la segunda parte de este conteo aproximado (acá la primera: https://bit.ly/3pyrZXa) sobre lo más sobresaliente a nivel internacional, en cuanto a discos emitidos en 2020, de jazz contemporáneo, progresivamente fusionado con otras vertientes y, como se apuntó en entrega pasada, cada día con más presencia de mujeres autoras, ejecutantes y productoras. De este segmento esperen una última parte, con excitantes grabaciones experimentales de diversas corrientes.
9. Sara Serpa, Recognition (Portugal / EU). Esta compositora y cantante de Lisboa, avecindada en Nueva York con 20 años de trayectoria, arma con la afamada arpista Zeena Parkins, el saxofonista Mark Turner y el pianista David Virelles, un conjunto de piezas de sutil y ensoñadora belleza, que parten del jazz pero se expanden hacia el contemporáneo y el free, mientras reflexiona sobre el colonialismo de su país en África. Brillante.
10. Wendy Eisenberg, Auto (EU). Comparsa de John Zorn, esta cantante, compositora y guitarrista genera un álbum harto original: suaves melodías indie-pop sobre guitarras y banjos disonantes, noise-free-jazzeros, entre atmósferas de vapor electroacústico/análogo y demás oníricas construcciones. Algo así como folk-jazz-psicodélico-experimental. Grande.
11. Irreversible Entaglements, Who Sent You? y Moor Mother, Circuit city (ambos de EU). Empate de dos proyectos encabezados por la poeta y performer Camae Ayewa, alias Moor Mother. El primero, un jazz-funk que igual pachequea sobre rico afro-beat instrumental, que free-jazzea feroz bajo la poesía de Ayewa (aunque no tan pesado como el de 2017; Ruta Sonora: https://bit.ly/3bkemG1). El segundo, más ácido y expansivo, dividido en cuatro largos actos cual pieza teatral, da más rienda suelta a los saxofones yuxtapuestos con eco para que su caos ordenado y oscura spoken-word contra la violencia social, lapide oídos y conciencia.
12. Jeff Parker, Suite for Max Brown y Ambrose Akinmusire, On the Tender Spot of Every Calloused Moment (ambos de EU). Empate de dos músicos harto versátiles. El primero, guitarrista de la banda Tortoise, brinda un amplio abanico de perfiles que pasan del soul al blues y el funk, sin dejar de ser jazzy y pop-rocker, rebosado de groove, calidez, ricura e invención. El segundo, trompetista más decididamente jazzero, se mueve del post-bop a la balada taciturna y el funk; en cuarteto free-noise-avant y spoken word de orgullo africano, pone a flotar delicado o alucinar denso.
13. Asher Gamgedze, Dialectic Soul (Sudáfrica) y Nubya García (Inglaterra). Empate de dos sabrosos free-jazzeros. El primero, baterista y cantante, ensambla un álbum exquisito, místico y a la vez salvaje, “en continuo movimiento”, describe él mismo, con saxofones invitados a lo John Coltrane. La segunda, compositora y saxofonista, emite un fino álbum que en cuarteto emana de la tradición, aunque con sus detalles afro-caribeños, ritmos funkies y producción vaporosa, salta al futuro.
14. Duval Timothy, Help (Inglaterra) y Keith Jarrett, Budapest Concert, (EU). Empate entre dos trabajos pianísticos. El primero, joven londinense, ofrece un elegante jazz-pop minimalista con soul-R&B, sampleos de UK-bass, voces femeninas etéreas cual instrumentos: variado, sutil, actual. Por su parte, el legendario y prolífico maestro ofrece un álbum grabado en vivo en 2016, con 12 movimientos pensados como una suite de contempo-jazz con toques de clásico, bop y blues; sus manos virtuosas lo vuelven una escucha obligada.
15. Maria Schneider Orchestra, Data Lords (EU). Majestuoso y refinado trabajo dividido en dos partes (The Digital World y The Natural World), el de esta compositora que escribe desde el jazz para expandir su vuelo hacia lo clásico, mediante orquesta de alientos, piano, bajo y percusiones. Con aliento cinematográfico, exuberante y abierta, esta obra examina la relación entre lo humano, lo orgánico y la tecnología digital.
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