Sólo 25 por ciento de las especies marinas comerciales que se pescan en las costas nacionales tienen planes de manejo; el resto se captura con permisos, pero sin información del tamaño de las poblaciones, “se pesca a ciegas”, advirtió la organización Oceana en la presentación de la Auditoría Pesquera.
La Carta Nacional Pesquera –que define dónde, cuánto y cuándo se puede pescar de una especie–, que desde el año 2000 sólo se ha actualizado cinco veces, tiene fichas de especies comerciales, pero 51 por ciento está desactualizada, 99 puntos porcentuales tiene inconsistencia y 96 por ciento tiene opacidad.
Al menos 2 millones de mexicanos dependen de la pesca de forma directa e indirecta, y hay al menos 300 mil pescadores ribereños en los 17 estados costeros que dependen de unas 368 especies, muchas de ellas de escama, de las cuales se desconoce la situación de la población y no se sabe cuánto se captura. En la carta están ubicados como “otras” y no se presenta información específica de cada una de ellas, explicó al presentar el reporte, Esteban García Peña, director de Campañas de Restauración Pesquera y Plásticos de la organización.
Por ejemplo del mero –especie de escama– dependen unas 12 mil familias, sobre todo en el estado de Yucatán, y desde hace 21 años está sobrexplotado y no tiene programa de recuperación, además los pescadores cada vez tienen que viajar más lejos para trabajar, con lo que ponen en riesgo su vida. La flota ribereña aporta alrededor de 90 por ciento de la producción nacional de escama.
García Peña indicó que la legislación vigente carece de reglamento, la producción pesquera se ha estancado, hay especies que disminuyen su población. Ante el hecho de que apenas una de cuatro pesquerías tiene plan de manejo, no se sabe cómo está el resto, no hay planes de manejo, ni criterios para definir cómo se manejan, se estiman pérdidas anuales de hasta mil millones de pesos, agregó.
El 43 por ciento de las especies pesqueras están deterioradas por sobrexplotación, deterioro de los ecosistemas, contaminación y pesca ilegal, están en condiciones graves y sin acciones para su recuperación. Hay ausencia de manejo y restauración de especies, aunque es urgente recuperarlas.
Renata Terrazas, directora en México de la organización, señaló que dos años después de la primera auditoría no se ha hecho nada, no cambió la forma de pescar, no hay decisiones de política pública relevantes para atender las pesquerías en deterioro ni medidas.