Caracas. El presidente Nicolás Maduro advirtió ayer que cualquier incursión de fuerzas de seguridad colombianas en Venezuela, con la excusa de la supuesta presencia en el país de guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), podría desencadenar una respuesta armada.
Antes, en Colombia se anunció la creación de un comando de élite para combatir a guerrilleros disidentes de las FARC, rebeldes del ELN y narcos, que será lanzado el 26 de febrero y entrará en “plena operación” en mayo próximo.
Más tarde el gobierno del presidente Iván Duque, quien no reconoce a Maduro, sino al líder opositor Juan Guaidó, rechazó las declaraciones del mandatario venezolano, quien también calificó de “payasadas” el anuncio colombiano de que se dará estatus temporal a los migrantes venezolanos.
“Le he dicho a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que conteste contundentemente las declaraciones temerarias sobre Venezuela”, aseveró Maduro en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros. “Que las conteste de palabra y que limpien los cañones de nuestros fusiles para contestarla en el plano que tengamos que contestarla si Iván Duque se atreve a violar la soberanía de Venezuela”.
Maduro reiteró que está dispuesto a dialogar con el gobierno de Estados Unidos y señaló que eso no puede traducirse en debilidad.
Aseguró que el líder opositor Leopoldo López (que huyó del país y se asiló en España) lava dinero, y agregó que su gobierno tiene pruebas de que el ex embajador español en Caracas Jesús Silva ayudó a López a fugarse y financió una fallida incursión de mercenarios conocida como Operación Gedeón.
A todo esto, Yacsy Álvarez, acusada en Colombia de participar en la Operación Gedeón, sostiene que las autoridades colombianas estaban al tanto de las actividades de los mercenarios, y aseveró que Guaidó era parte del complot y a ella la quieren usar como chivo expiatorio, refirió Ap.
Desalojan a 40% de migrantes venezolanos
En otro asunto, un informe de varias agencias de la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló que casi 40 por ciento de los migrantes y refugiados venezolanos han sido desalojados durante la pandemia, mientras 38 por ciento más está en riesgo de perder su hogar en su país de acogida.
El documento, además, reportó que la mayoría de ellos no ha recibido ninguna ayuda de los gobiernos antes o después de la expulsión y que tres de cada cuatro de estos hogares enfrentan nuevos riesgos de ser echados.
También advirtió que una quinta parte de las personas afectadas son embarazadas o madres de niñas y niños.
La situación de los migrantes en América Latina y el Caribe se ha visto empeorada con la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, ya que la mayoría de ellos dependen de trabajos informales, que han perdido con las restricciones para frenar la expansión de la enfermedad.
En este contexto, se encuentran viviendo en situación de pobreza, sin poder cubrir sus necesidades básicas.
Colombia es el país con mayor número de casos en los que se ha notificado del desalojo a los hogares encuestados, con 69.50 por ciento, seguido por Brasil, con 59; Ecuador, con 58.4, y Perú, con 55.7 por ciento. Además, 11 por ciento de todos los desalojos resultaron en indigencia.