La Secretaría de Cultura (SC) federal apoyará a la Fundación Desiderio Hernández Xochitiotzin para celebrar a escala nacional el centenario del natalicio de ese pintor y muralista tlaxcalteca, a cumplirse el año próximo.
“2022 tiene que tratarse de Desiderio Hernández Xochitiotzin (1922-2007) en todo el país; debe ser un año en el que conmemoremos no sólo la vida del maestro, sino la difusión de su obra.”
El vocero de la dependencia gubernamental, Antonio Martínez Velázquez, adelantó que la titular de esa instancia, Alejandra Frausto, propondrá la inclusión de tal efeméride a la Comisión Presidencial para la Conmemoración de Hechos, Procesos y Personajes Históricos de México.
“Ojalá se pueda; si no, cuentan con la SC para festejar los 100 años del maestro y podamos celebrar su obra con un diálogo nacional”, sostuvo el funcionario, tras considerar que Desiderio Hernández Xochitiotzin, “quizá por ingratitud de la historia”, no ha sido reconocido como debería, pese a ser uno de los más destacados exponentes del muralismo nacional.
El anuncio se hizo durante la presentación del tercer tomo de la biografía del artista tlaxcalteca, perteneciente a la segunda generación de los grandes muralistas del siglo XX y considerado el último muralista al fresco de México.
El volumen forma parte de los esfuerzos de aquella fundación, presidida por su hija, Citlalli H. Xochitiotzin, para preservar y promover la obra del también escritor, cronista e investigador. Al igual que los dos precedentes, el tercer texto fue editado por la SC, el Instituto Tlaxcalteca de Cultural y la fundación, instancia que ya prepara el cuarto para 2022.
La presentación titulada Biografía de un tlacuilo-pintor, impartida por Oralia Ramírez Sánchez, fue organizada para festejar los 99 años del maestro, cumplidos este 11 de febrero.
La historiadora hizo un recorrido por la infancia y juventud del personaje, en el que destacó cómo su temprana facilidad por el arte lo llevó a ingresar a la Academia de Bellas Artes a los 14 años. Habló de su afición por el alpinismo, de su apasionamiento por su pueblo y cultura, de su contacto con otros artistas y su viaje por Europa, situaciones que habrían de ser determinantes en el desarrollo de su quehacer artístico.
Recordó que por invitación del poeta y dramaturgo Miguel N. Lira, el pintor comenzó en 1957 los murales del palacio de gobierno de Tlaxcala, los cuales son considerados su mayor obra, y en los cuales, a decir la especialista, logró sintetizar con su trazos e impactante colorido el devenir histórico de esa entidad.
Según Oralia Ramirez, la mayor aportación de Desiderio Hernández Xochitiotzin fue plasmar en su obra la esencia, identidad y dignidad colectiva de los tlaxcaltecas: “Logra conceptualizar la tlaxcaltequidad no sólo en sus murales, sino en su obra de caballete, el retrato y lo que realizó en otros lugares de la República, a partir de esa simbiosis cultural y artística que lo caracteriza”.