Ciudad de México. La construcción de la Plaza Comercial Paseo Tláhuac no iniciará hasta que se apruebe el estudio de impacto ambiental modalidad específica, para lo cual se otorgó a la empresa una prórroga de un mes, informó la directora de evaluación de impacto y regulación ambiental, Andrée Lilian Guigue.
La inmobiliaria y constructora Patlali cuenta con un certificado de uso de suelo comercial y urbano, lo cual es un avance; y presentó a la Secretaría de Medio Ambiente un proceso de consulta validado por un consultor externo especialista en la materia.
Los vecinos de San Francisco Tlaltenco están a favor de esta plaza, "no así activistas que no viven en la zona, grupos que conocemos que están en contra de este tipo de proyectos en la ciudad”, comentó.
La funcionaria explicó en entrevista que, sin embargo, “no pueden tocar una piedra hasta que no tengamos toda la documentación y principalmente ese estudio que le estamos requiriendo, que es más riguroso, para evaluarlo y determinar su viabilidad”.
La preparación del sitio, que fue detectada con todos los implementos tecnológicos que se tienen a la mano, provocó que el lugar se clausurara y ante esa alteración deben presentar dicho estudio, que está asociado a un análisis sobre la biodiversidad del área de influencia.
De esta manera, argumentó, existe la posibilidad de poner medidas de mitigación, de compensación o de prevención, y la empresa debe garantizar que se ejecuten para proteger el entorno, lo cual se les informó en una reunión que se tuvo hace unos meses.
Omar Martínez Hernández, gerente de construcciones, explicó que la inmobiliaria está llevando a cabo todo el proceso de evaluaciones en materia de impacto ambiental y urbano solicitados por las diferentes dependencias del gobierno capitalino.
Se trata, dijo, de cumplir con todos los requisitos y contar con el aval de las autoridades para iniciar la construcción de la plaza comercial, que significaría una inversión de 150 millones de pesos, 30 por ciento más a lo estimado, debido a la suspensión de actividades.
Hacia finales de 2019 se colocaron sellos de suspensión, pero la emergencia sanitaria ha ralentizado el proceso para su retiro, pero “estamos en ello, para ponernos a trabajar en este proyecto”, indicó.
El centro comercial contará con 11 mil 215 metros cuadrados de construcción en un terreno de seis mil 283 metros, es decir, tres niveles sobre el nivel de la banqueta y en el sótano un estacionamiento.
La planta baja será una tienda departamental, el primer nivel será destinado a 27 locales y en el segundo nivel se tendrán salas de cine y cuatro restaurantes, sin afectarse las grandes extensiones de áreas verdes del pueblo, como el Cerro de Guadalupe.
Pese a los falsos rumores que se tiene de la construcción, como el que se está llevando a cabo en una reserva ecológica, se cuenta con el sustento de un estudio realizado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Su cercanía con uno de los caminos hacia el cerro, no afecta el acceso ni daña algún espacio público, puntualizó al destacar que además del rescate e iluminación de espacios poco transitados, contará con un sistema de captación alternativo de agua de lluvia.
Con la reducción del diámetro de la red de agua de ¾ de pulgada a ½ se evitará impactar el suministro de la red principal y a los vecinos, por lo que se tiene contemplada la contratación de pipas para la operación de la plaza, en caso de requerirse.
Su construcción generará entre 120 y 150 empleos formales y en su operación serán entre 800 y mil en las diferentes tiendas a instalarse, como un Chedraui, restaurantes y el cine, por lo que confío contar con el aval de las autoridades para iniciar los trabajos.
Rechazó que, gente haya ingresado al predio, como se denunció el pasado domingo durante una rodada, cuando se tienen sellos de suspensión, pues “sólo hasta que tengamos luz verde entraremos a construirla, lo cual llevaría entre siete y ocho meses”.