Madrid. La fiscalía española investiga una marcha realizada el sábado pasado en el cementerio de La Almudena de esta capital en la que alrededor de 300 personas realizaron un homenaje a “caídos de la División Azul”, en un acto que derivó en una proclama antisemita y fascista.
Los participantes, que no observaron los protocolos anti-Covid, hicieron de manera repetida el saludo fascista, con el brazo en alto y llamando al exterminio del pueblo judío, con frases como: “El judío es culpable. El judío es siempre el enemigo”.
El carácter antisemita del acto fue denunciado por el medio virtual La Marea; la Fiscalía española decidió abrir diligencias para dirimir se trata de un delito relativo “al ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas”.
Diversos medios españoles afirmaron que la marcha al cementerio contaba con autorización oficial.
La justicia investigará si el acto realizado en efecto fue avalado por el gobierno español, del presidente socialista Pedro Sánchez, y de ser así en qué consistía dicho permiso.
Existe la probabilidad de que el discurso fascista y de incitación al odio, así como la presencia de banderas y la simbología nazi que hubo durante el acto, violara los límites legales de la libertad de expresión.
El acto estuvo convocado y organizado por tres agrupaciones españolas de extrema derecha que aunque son marginales tienen carácter violento: Juventud Patriota, España 2000 y Falange.
Lo que más escandalizó a la opinión pública y a las autoridades fue el discurso de una joven, vestida con el uniforme habitual de los seguidores de grupos nazis, que afirmó:
“Es nuestra suprema obligación luchar por España, luchar por Europa, ahora débil y liquidada por el enemigo. El enemigo siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío. El judío es el culpable y la División Azul luchó por ello”.
La División Azul fue una unidad de voluntarios españoles que combatió a la Unión Soviética al lado de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.