No hay excusas para un boxeador. Óscar Valdez no es fanfarrón, pero tiene un temple que lo hace mirar las circunstancias desde una lejanía poco sentimental. Se ha enterado que el entrenador de su rival en la pelea estelar del sábado, en la “burbuja” de Las Vegas, tiene problemas con su visado y puede no estar presente en la esqui-na del campeón mundial superpluma del CMB, Miguel Berchelt.
“Berchelt no debe temer nada”, dice Valdez; “el trabajo para este combate ya lo hicimos en el gimnasio, así que no importa quién esté en nuestras esquinas. Lo que sigue es cosa nuestra”.
Desde su opinión, asegura que no será importante contar con una persona específica en la esquina durante la confrontación. Sin embargo, espera que Caballero pueda estar con Berchelt el sábado. Más que un buen deseo, lo que quiere es igualdad de circunstancias.
“Ojalá Caballero resuelva sus problema y llegue a tiempo”, plantea; “sobre todo porque no quiero que haya excusas. Espero que los dos tengamos a la gente que debe estar con nosotros, pero si no es así, lo demás depende de los que estemos arriba del cuadrilátero”.
Valdez reconoció que le molestó la postergación de este combate en noviembre pasado por el contagio de Covid-19 de Berchelt. Considera que el campeón no se tomó en serio los cuidados y eso repercutió en el positivo de coronavirus que les impidió pelear en 2020.
Berchelt respondió sin rodeos: “Que no sea simple Óscar. Que no se moleste. Pero si algo no le gustó que me lo diga el sábado, ahí nos vamos a agarrar a madrazos”.
Berchelt no piensa en escenarios adversos y confía que su entrenador llegará antes del pesaje. Sabe que Caballero tienen depositadas muchas expectativas en este combate, donde su adversario será el popular Eddy Reynoso en la esquina de Valdez.
“Yo soy un yate de primer nivel y necesito de un buen capitán. Caballero debe estar conmigo y sé que así será. No podemos estar lejos en una pelea que será también crucial para su carrera”, concluye.