Ante la falta de respuesta por parte de las autoridades federales, familiares de personas desaparecidas se manifestaron derramando su propia sangre en la sede en México de la Oficinade la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), con el fin de exigir la intervención del organismo internacional en la búsqueda de justicia.
Los manifestantes, sobre todo mujeres, se turnaron para colocarse catéteres mediante los cuales dejaban fluir lentamente su sangre. “Justicia para los de-saparecidos”, escribió una de las víctimas con su propio flujo sanguíneo sobre uno de los muros de la oficina de la ONU-DH.
Estas familias, quienes han pasado semanas acampando frente a la Secretaría de Gobernación (SG), junto con víctimas de otros crímenes, manifestaron que la de ayer fue una medida “desesperada” para llamar la atención, y es que, denunciaron, la SG, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la Fiscalía General de la República y las fiscalías estatales no han dado respuesta a sus reclamos y exigencia de verdad y justicia.