Washington. La nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, recién elegida directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dijo este martes que trabajará para lograr resultados concretos para abordar la doble crisis económica y sanitaria que afronta el mundo.
Sus objetivos inmediatos son garantizar que las vacunas se produzcan y distribuyan en todo el mundo -no sólo en las naciones ricas- y resistir el empuje del proteccionismo que se agravó durante la pandemia, para que el libre comercio pueda ayudar a la recuperación económica.
“Creo que la OMC es demasiado importante como para permitir que se vea frenada, paralizada y moribunda”, declaró a la AFP en una entrevista. “Eso no está bien”.
El 1 de marzo asumirá el liderazgo de una institución cada vez más opacada, especialmente por la abierta hostilidad del gobierno del ex presidente estadunidense Donald Trump.
El predecesor de la nigeriana renunció en agosto pasado en medio de la agitación que se vivía en la organización, incluida la jugada de Estados Unidos que paralizó el tribunal de resolución de disputas en diciembre de 2019 con quejas sobre el manejo de los diferendos con China.
Elegida por los miembros el lunes, después de que el gobierno del nuevo presidente estadunidense, Joe Biden, respaldara su candidatura, Okonjo-Iweala prometió inyectar nueva vida al organismo comercial que, según ella, ha perdido el foco de atención para ayudar a mejorar las condiciones de vida de la gente.
“Creo que la OMC puede contribuir con más fuerza a la resolución de la pandemia de covid-19 ayudando a mejorar el acceso y la asequibilidad de las vacunas a los países pobres”, dijo.
Impulso a las vacunas
“Todos los países tienen interés en que todo el mundo esté vacunado, porque no estarán a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo”, declaró Okonjo-Iweala.
Algunos países, como India y Sudáfrica, han presionado para que se suspendan las normas comerciales sobre patentes para permitir un despliegue más rápido de las vacunas.
Pero en lugar de estancarse en otra disputa entre los miembros de la OMC, Okonjo-Iweala dijo que la organización podría promover una vía más rápida.
“En vez de perder tiempo discutiendo, deberíamos fijarnos en lo que hace el sector privado” con los acuerdos de licencias, para permitir que las vacunas se produzcan en múltiples países, algo que, subrayó, ya ha hecho el laboratorio británico AstraZeneca en India.
“El sector privado ya buscó una solución porque quiere formar parte de la llegada a los países y personas pobres”, dijo.
Además, la OMC debe trabajar para evitar la tendencia a restringir las exportaciones de productos sanitarios y terapéuticos, e incluso las vacunas.
Aunque es natural que los políticos ayuden primero a sus propios países, la funcionaria -que tiene también la nacionalidad estadounidense- advirtió que las cadenas de suministro están estrechamente vinculadas y no pueden desenredarse rápidamente para crear una producción totalmente nacional.
Los negociadores comerciales sólo quieren ganar
Esta economista, formada en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la primera mujer y más longeva ministra de Economía de Nigeria, insiste en que la OMC debe volver a su función original de ayudar a los países a mejorar el nivel de vida de sus habitantes.
“Se trata de crear empleo, trabajo decente para la gente. Se trata de (…) mejorar las vidas”, dijo. “Definitivamente, el comercio tiene un papel que desempeñar en la recuperación” de la crisis económica provocada por la pandemia, afirmó.
Incluso antes de que la pandemia desencadenara una recesión mundial, la organización había perdido de vista ese objetivo, dijo, lamentando el ejemplo de las negociaciones sobre un acuerdo de subvenciones a la pesca que se han prolongado durante dos décadas.
“Esto no puede continuar. Debemos llevarlo a un término. No podemos permitirnos fracasar en esto”, declaró.
La organización no cumplió el plazo de finales de 2020 para lograr un acuerdo sobre la prohibición de las subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrepesca.
Atribuyó parte de esa calcificación del problema al dominio de los negociadores, al que llamó el “talón de Aquiles” de la OMC.
“Ginebra está llena de negociadores expertos pero los problemas no se han solucionado, han empeorado”, dijo. “Para ellos solo se trata de ganar o de no perder, de manera que se bloquean entre sí”.
La OMC necesita “algo totalmente diferente” para dar vuelta las cosas, dijo y rechazó las críticas de quienes le endilgan carecer de experiencia.
“Uno necesita fuertes habilidades políticas, capacidad de maniobra”, afirmó. Agregó que desde su cargo puede servir de puente entre los países desarrollados y en desarrollo, basada en la experiencia de sus 25 años de trabajo en el Banco Mundial.
También dijo que se propone convocar para fines de este año la reunión ministerial de la OMC postergada por la pandemia, lo que le permitirá tratar los asuntos más críticos.
Primera mujer
Okonjo-Iweala será la primera mujer en este cargo de liderazgo cuando asuma su cargo en la OMC, que ejercerá hasta el 31 de agosto de 2025.
Admitió que es un trabajo desafiante e ingrato pero afirma que eso la alienta a obtener resultados de manera que, en el futuro, nadie cuestione elegir a una mujer para el cargo.
“Eso significa que necesito gente que me apoye más. Necesito más cooperación”, dijo.