En febrero el precio de la canasta básica disminuyó respecto de enero, reveló un estudio de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec); sin embargo, persiste el fuerte incremento en algunos alimentos y productos importantes para los mexicanos.
Según datos del organismo, al cierre de la primera quincena de febrero el costo de la canasta básica se ubicó en mil 66 pesos, 1.49 por ciento menos en comparación con los mil 82 pesos que costaba un mes antes.
No obstante, reveló el estudio, de un mes a otro el precio de la papa se disparó 21.89 por ciento; seguido por el del tomate, 14.43; cebolla 12.44; limpiador multiusos, 10.78; limón 4.44, y papel higiénico, 4.85 por ciento.
Si bien hay un retroceso mensual, para Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, la inflación y la carestía han venido golpeando la economía familiar desde hace tiempo: “En 2018 vivimos la desaceleración económica de las familias; en 2019 el estancamiento y en 2020 la recesión”.
Para el dirigente la adversidad que enfrenta el país no ha tocado fondo, y aunque los aumentos de precio se dieron de manera severa en enero pasado, en febrero también se han dado.
Señaló que lo más alarmante es la advertencia que hizo el Banco de México sobre el regreso de la inflación para este segundo trimestre del año, factor que desde el punto de vista de Rivera pone en riesgo la estabilidad social del país.
Para el dirigente, la inflación alimentaria es una constante en la vida de los mexicanos, “es el otro virus que ha estado atacando gravemente a nuestras familias”, poniendo en mayor riesgo su salud al tener menos defensas contra el Covid-19 por una mala alimentación.
“Estamos encerrados en un círculo vicioso de perder-perder. Si no derrotamos al Covid-19 no podremos reactivar la economía y sin reactivación económica el flagelo de la inflación alimentaria seguirá poniendo en riesgo nuestras vidas”, puntualizó.