Madrid. Una nueva teoría involucra a Júpiter y su campo gravitacional en el origen y trayectoria del objeto celeste catastrófico que impactó en la Tierra aniquilando a los dinosauiros hace 66 millones de años.
Utilizando análisis estadístico y simulaciones gravitacionales, Amir Siraj, estudiante de astrofísica de la Universidad Harvard, y el astrónomo Avi Loeb estiman que una fracción significativa de cometas de periodo largo que se originan en la nube de Oort, esfera helada de escombros en el borde del sistema solar, puede ser desviada de su curso por el campo gravitacional de Júpiter durante su movimiento orbital, según publican en Nature Scientific Reports.
“El sistema solar actúa como una máquina de pinball”, explica Siraj en un comunicado. “Júpiter impulsa a los cometas entrantes de largo periodo a órbitas que los acercan mucho al Sol”.
Durante el paso cercano al Sol, los cometas pueden experimentar poderosas fuerzas de marea que rompen pedazos de roca y, en última instancia, producen metralla cometaria.
“En un evento de raspado solar, la parte del cometa más cercana al Sol siente una atracción gravitacional más fuerte que la que está más lejos, lo que resulta en una fuerza de marea a través del objeto. Puede obtener lo que se llama un evento de interrupción de las mareas, en el que un cometa grande se rompe en muchos pedazos más pequeños, y lo que es más importante, en el viaje de regreso a la nube de Oort, hay mayor probabilidad de que uno de los fragmentos golpee la Tierra”, señala Siraj.
Las nuevas estimaciones de la teoría de Siraj y Loeb aumentan las posibilidades de que los cometas de periodos prolongados impacten la Tierra en un factor de aproximadamente 10, y muestran que alrededor de 20 por ciento de los cometas de periodos prolongados se convierten en raspadores solares.
Los investigadores sostienen que su nueva tasa de impacto es consistente con la edad de Chicxulub, proporcionando una explicación satisfactoria de su origen y otros impactadores similares.
“Nuestro artículo proporciona una base para explicar la ocurrencia de este evento. Sugerimos que, de hecho, si rompes un objeto cuando se acerca al Sol, podría dar lugar a la tasa de eventos adecuada y también al tipo de impacto que mató a los dinosaurios”, destaca Loeb.
La evidencia hallada en el cráter Chicxulub sugiere que la roca estaba compuesta de condrita carbonosa. La hipótesis de Siraj y Loeb también podría explicar esta composición inusual.