Por cada 100 migrantes de Guatemala que en años recientes obtuvieron permiso temporal para trabajar en Chiapas, 13 fueron mujeres.
Del total de empleados guatemaltecos en el sureste mexicano, la gran mayoría –51.2 por ciento– lo hizo en el sector agropecuario, 19.4 en la construcción y 11.1 en el comercio, revela el informe Personas trabajadoras temporales guatemaltecas en Chiapas, México.
Por género, durante 2019 el desplazamiento de varones se caracterizó por su inserción en la agricultura, con 57.9 por ciento, y otro número importante en la construcción, mientras la mayoría de las mujeres lo hizo en los servicios domésticos y el comercio, con 43.5 y 32.9 por ciento, respectivamente.
El reporte elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones, la Internacional del Trabajo, El Colegio de la Frontera Norte y por la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, se centra en los empleados extranjeros en el sur de México, en particular en quienes han obtenido la tarjeta temporal de visitante trabajador fronterizo.
El estudio abarca de 2016 a 2019 y expone las principales vulnerabilidades y oportunidades que se abren para el crecimiento económico de México con miles de migrantes que desde hace décadas trabajan en esa zona de nuestro país.
De acuerdo con la información, 70 por ciento de estos empleados tienen entre 16 y 34 años. Para quienes no contaban con autorización para desempeñar actividades remuneradas, la construcción, el comercio, el transporte y la agricultura fueron los sectores en los que tuvieron mayor participación.
En ese periodo el cruce de información por nivel educativo y sector económico muestra que los trabajadores sin estudios o sólo con nivel básico (primaria y secundaria) se incorporaron, en primer lugar, en el sector agropecuario; conforme es mayor su escolaridad (bachillerato o más) se abrieron posibilidades para la inserción en otros rubros como el comercio y servicios diversos.
Sin embargo, el nivel de ingreso de los migrantes fue bajo y está determinado por su escolaridad. Hace dos años, 74.5 de quienes no contaban con algún grado de estudios recibió un salario mínimo o menos, mientras quienes sí habían cursado al menos la primaria, la mitad percibió de uno a dos sueldos mínimos. Por género, 27.5 por ciento de ellas y 48.3 de ellos tuvieron los más bajos.
El contar con documentos para trabajar en México también influye de una manera positiva para la obtención de mejores sueldos.
El reporte muestra que el mercado laboral en Chiapas cada vez es menos atractivo para los trabajadores temporales procedentes de Guatemala, aunque al existir todavía un gran número sus capacidades son aprovechadas en México.