Lima. El Gobierno y la Fiscalía de Perú están investigando la vacunación a escondidas con "dosis de cortesía" del laboratorio chino Sinopharm a funcionarios de alto rango, en un escándalo que ha costado la renuncia de dos ministras y que podría empañar las compras de fármacos en pleno rebrote de la pandemia.
Las ministras de Relaciones Exteriores y de Salud renunciaron por el alboroto y el Gobierno anunció que despedirá a los que se aplicaron la vacuna fuera de los ensayos clínicos y antes del inicio de la inmunización a la población.
El nuevo ministro de Salud, Oscar Ugarte, dijo el lunes a la radio local RPP que entre 15 a 20 funcionarios más habrían recibido la vacuna, según las primeras investigaciones.
"Me siento indignado y furioso por esta situación", dijo el presidente Francisco Sagasti la noche del domingo en una entrevista con América Televisión, tras aceptar la renuncia de su canciller, Elizabeth Astete. "Realmente pone en peligro el enorme esfuerzo que vienen haciendo muchísimos peruanos que trabajan en la primera línea de defensa contra el Covid".
El escándalo se desató luego de que Martín Vizcarra admitió el jueves que recibió junto a su esposa la vacuna de ensayo en octubre, cuando era presidente. Pero la universidad Cayetano Heredia afirmó que ninguno de los dos fue voluntario.