Ciudad de México. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) planteó a la Cámara de Diputados que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se quede solo con las áreas donde es rentable: transmisión, distribución y como suministrador de servicios, y que las empresas privadas se hagan cargo de la generación de electricidad. Esto es, que CFE únicamente se dedique a comprarles la electricidad.
En una reunión privada esta tarde, el presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, presentó un documento a la Junta de Coordinación Política, donde afirma que dar prioridad al despacho de electricidad que genera la CFE incrementaría el costo de abastecimiento del suministro básico por 15 mil 826 millones de dólares entre 2022 y 2026, además de que “las implicaciones legales implicarían costosas demandas”.
El dirigente emperezarían leyó un texto de nueve páginas denominado Para mejorar el sector eléctrico, donde la cúpula empresarial propone acaparar el mercado eléctrico.
En ese sentido, Salazar Lomelín planteó a los legisladores: “Fortalezcamos a CFE en las actividades en las que es rentable y en las que tiene exclusividad. El país requiere competencia en generación. Si hay sobre oferta ¡qué bueno! Dejemos que los privados, que ya han invertido más de 44,000 millones de dólares en generación, bajen el costo de la electricidad”.
A lo largo de su presentación, el CCE afirma que CFE sí es rentable en transmisión, distribución y como suministrador de servicios básicos, donde según sus cálculos generó ganancias por 45 mil 19 millones de pesos, no así en generación de electricidad donde las pérdidas -argumenta- son de 10 mil 879 millones.
Agrega: “El orden de despacho propuesto en la Iniciativa se aleja de la forma de operar en los sistemas eficientes del mundo que pretende beneficiar a los usuarios”.
Según sus cuentas, la pérdida por el aumento del costo de abastecimiento del suministro básico implicaría un promedio de 63 mil 300 millones de pesos por año esto es un incremento al costo para el suministro básico de 17 por ciento aproximadamente. Esto es, afirmó, “la iniciativa subordina el interés de los usuarios al beneficio económico de CFE”.
Además argumentó que tal sobrecosto implicaría que la reforma no reducirá el costo de las tarifas, sino que estas aumentarán o serán subsidiadas con recursos públicos. Además que, dado el mayor uso de combustibles, no reducirá la contaminación ni beneficiará al medio ambiente.