Teherán. Irán reafirmó el lunes su oposición a la bomba atómica, argumentando una prohibición religiosa, tras las polémicas declaraciones de un ministro.
"La posición de Irán no ha cambiado: las actividades nucleares de Irán siempre han sido pacíficas y seguirán siéndolo", dijo el portavoz de Asuntos Exteriores iraní, Said Khatibzadeh, en una conferencia de prensa en Teherán.
"La fetua del líder supremo sobre la prohibición de las armas nucleares sigue siendo válida", añadió Khatibzadeh, en referencia a un decreto religioso del número uno de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
El texto de esta fetua, del que Irán llevaba años afirmando su existencia, se hizo público por primera vez en 2010, en plena crisis por el programa nuclear iraní.
Irán estaba acusado entonces por la comunidad internacional, encabezada por los países occidentales e Israel, de querer dotarse en secreto de la bomba atómica, violando el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), del que forma parte.