Las políticas y reformas puestas en marcha por los gobiernos anteriores en el sector energético tenían como fin dejar a las empresas nacionales en una situación de quiebra y después malbaratarlas y “a eso se enfrenta hoy la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”, aseguró Héctor Sánchez López, miembro independiente del consejo de administración de la empresa productiva del Estado.
En una entrevista con La Jornada el consejero detalló que la industria eléctrica se enfrenta a una situación similar a la de Petróleos Mexicanos (Pemex), pues hay problemas financieros, de generación y de transmisión, dado que se dejaron atrás las inversiones y se generó con los entes privados “un monopolio de generación eléctrica.
“Dejaron de invertir en mantenimiento y generación, y al no haber nada de esto, dejaron a CFE con plantas en chatarra e ineficiencia y para después con ese pretexto, señalarla como una carga para el erario, venderla y malbaratarla, a eso iban”, sostuvo.
Dado que actualmente la empresa productiva del Estado genera 37 por ciento de la electricidad de forma directo y las empresas privadas 63 por ciento, la iniciativa de reforma para la modificar la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador busca “poner orden en medio de todo el desorden que hay.
“La reforma busca resarcir los daños que se ocasionaron a la CFE, pues se le dejó toda la carga de transmisión, distribución de los particulares, con precios irrisorios de estos servicios, y hoy se busca rescatar y fortalecer a la empresa”, consideró.
Sánchez López detalla que si bien la propuesta del Ejecutivo podría ser fortalecida, lo que pretende es que el sistema eléctrico nacional opere en condiciones confiables, continuas y seguras, que haya libre competencia. “Si no garantizamos que haya un sistema eléctrico nacional confiable y que tenga continuidad, en cualquier momento podemos tener apagones y problemas de suministro de energía y esto es en base a que el Estado garantice el suministro eléctrico a toda la población, lo cual sólo puede materializarse si se atiende este principal objetivo”, precisó.
En lo que respecta al sector privado, refiere, la CFE hoy cuenta con gastos grandes por concesiones que se les dieron de forma fraudulenta, pues supuestamente se autoabastecen de electricidad pero la empresa productiva debe transmitirles la energía hasta el punto en el que están, por lo que ahora se pretende revisar estas concesiones de autoabastecimiento y ver si en efecto es así o son productores con socios simulados.
De modificar esto, “la CFE contará con más recursos”, agregó.
Otro lastre para la empresa productiva es que se otorgaron concesiones de generación “de manera indiscriminada”, sobre todo para las energías limpias, que fueron calificadas como “intermitentes” por Sánchez López.