Mazatlán, Sin. El Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) aprobó por unanimidad que se otorgue el doctorado honoris causa al escritor Élmer Mendoza, por considerar que su obra literaria es patrimonio cultural de la universidad y del país.
La ceremonia de entrega se llevará a cabo de manera virtual, debido a la pandemia, dentro de las actividades del 148 aniversario de la UAS, que se desarrollarán en mayo próximo.
El rector Juan Eulogio Guerra Liera, quien hizo la propuesta en la sesión ordinaria del Consejo Universitario del jueves pasado, expresó que la distinción reconoce a un gran sinaloense, cuya obra es considerada una de las más versátiles e importantes de la narrativa nacional, además de que sus novelas han sido traducidas a alemán, francés, portugués, italiano, griego y ruso.
Trayectoria académica
También destacó que Élmer Mendoza tiene una gran trayectoria en la UAS, desde sus inicios como profesor de literatura y redacción en la preparatoria Flores Magón, así como catedrático en la Escuela de Filosofía y Letras de la universidad. El autor de Efecto tequila también ha impartido durante más de 30 años un taller literario en el que se han formado narradores y escritores del estado, impulsando así la promoción a la lectura.
El rector agregó que la obra de Mendoza forma parte de la tradición literaria de México, principalmente en la novela negra en español, lo cual lo hacen merecedor de la distinción universitaria.
Entre otras obras, ha publicado Asesino solitario, El amante de Janis Joplin, Efecto tequila, Cóbraselo caro, La prueba del ácido, Nombre de perro, Balas de plata, El misterio de la orquídea calavera, Besar al detective, Asesinato en el parque Sinaloa y No todos los besos son iguales. El reciente título es La cuarta pregunta.
Élmer Mendoza (Culiacán, 1949) actualmente preside el Colegio de Sinaloa, es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y funcionario en el Instituto Sinaloense de Cultura; además, ha obtenido el premio a la Trayectoria en el Festival de Literatura de Tenerife, España.
El autor agradeció el reconocimiento y dijo que el mito de que “nadie es profeta en su tierra queda atrás”.