Investigadores de universidades privadas calificaron como una medida “arbitraria” que se busque eliminar el estímulo económico que perciben como miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), “sólo por laborar en una universidad privada, cuando cumplimos con todos los requisitos y evaluaciones que se aplican a colegas de universidades públicas”.
Los académicos, que solicitaron el anonimato, destacaron que “sin ese apoyo, las universidades privadas dejarían de invertir en prácticas de campo y equipo, pues en los acuerdos con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se establece que debían destinar la misma cantidad que recibíamos de estímulo para apoyar el desarrollo de la ciencia y la investigación”.
Catedráticos de diversas casas de estudios afirmaron esta semana que el estímulo de parte de cada universidad como miembros del SNI se cubriría sólo este año, decisión que, aseguraron, ya fue informada por instituciones como la Universidad Iberoamericana (UIA), de las Américas Puebla y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Las versiones sobre posibles cambios en el SNI, y que no sólo afectaría los apoyos económicos que otorga, se da en un contexto de transformación del propio Conacyt, que en diciembre pasado entregó a la Presidencia de la República un anteproyecto de iniciativa de Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación que propone un profundo cambio en la orientación.
Dos lados de la historia
Dicho documento señala en su artículo 99 que el SNI “se organizará con base en perfiles que distingan las aportaciones de sus beneficiarios a la formación de la comunidad y a la investigación humanística o científica de frontera”.
Establece que se valorará en los beneficiarios, además de su trayectoría, comportamiento ético, méritos académicos y profesionales, “sus aportaciones en la atención y solución de problemas nacionales relacionadas con la agenda de Estado”, entre otros factores.
Al respecto, César Navarro, historiador y experto en temas educativos del Instituto de Investigaciones doctor José María Luis Mora, destacó que el SNI “más que incentivar una colaboración entre pares, deformó la vida académica. Hizo competir a muchos colegas por puntos que les permitieran mantener los estímulos económicos, más que generar nuevos conocimientos”.
Para quienes “participamos de la vida universitaria, sea en instituciones públicas o privadas, quizá lo mejor sea abrir un debate sobre el SNI, y hacer una reflexión colectiva de si es o no el mejor mecanismo para incentivar el desarrollo de la ciencia, o podemos encontrar mejores instrumentos que nos permitan volver a trabajar en colectivos multidisciplinarios”.