Francisco González Crussí (Ciudad de México, 1936) presenta su libro más reciente, Las folías del sexo, en el que comparte reflexiones en torno al sistema genital a partir de una minuciosa investigación bibliográfica.
En entrevista con La Jornada, el autor revela los pormenores del proyecto articulado en cinco capítulos. “Mi incursión en las letras fue tardía (casi a los 50 años). Sin embargo, logré compaginar mi profesión de médico especializado en anatomía patológica con mi afición literaria. Desde entonces, cada uno de mis textos representa una nueva perla para el collar anatómico y humano que he venido fabricando.
“La vida sexual es un aspecto importantísimo de nuestra existencia. De su desarrollo normal o anormal depende en gran medida la felicidad, el sufrimiento o la miseria moral del individuo.
“El título del ejemplar me pareció adecuado porque quise abordar el ángulo serio, pero también pícaro de la función sexual. La palabra ‘folías’, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, tiene la doble acepción de locura y canto –enloquecimiento y jolgorio. La dupla de significados coincidió con mi intención de abordar el tema.”
Las folías del sexo, publicado por el sello Debate, alude a la enfermedad de Peyronie, al falo en el culto dionisiaco, a la cultura griega, a la panspermia, a la insoportable ligereza de la virginidad, al curioso apelativo que en más de un idioma se aplica a los órganos genitales externos, así como a las ideas y creencias que se tenían de éstos (como sus aparentes poderes mágicos).
“El método creativo que suelo aplicar en todas mis obras radica en equilibrar la información y el entretenimiento. Me interesa transmitir algunos conceptos de tipo biomédico que, presentados de manera aislada, suelen parecer aburridos e intimidantes. Por eso recurro a las anécdotas, chistes o humoradas.
“El entrenamiento científico me sensibilizó a escribir sobre todo asertos verdaderos o fácilmente verificables. Por eso hago cuidadosa investigación bibliográfica y respaldo mis aseveraciones citando las fuentes en que me baso. Habrá lectores que quieran profundizar en el tema expuesto, por lo que mis notas serán útiles.”
González Crussí reconoce que en la sociedad actual persisten los tabúes e incluso la mojigatería cuando se habla de sexo.
“En este volumen dedico varias páginas al escándalo ocurrido en 2004, cuando la cantante Janet Jackson expuso su seno en cadena nacional producto de un supuesto accidente. Ese episodio generó consecuencias sociales que comento a detalle.
“Los senos femeninos tienen una función erótica muy marcada en nuestra sociedad, pero carecen de ella en otras, por ejemplo, entre tribus indígenas, en las que las mujeres andan con los pechos descubiertos todo el tiempo. La función erótica también cambia en las sociedades industrializadas.
“Basta leer los periódicos, las revistas o encender la televisión para cerciorarse de que la vida sexual sigue siendo causa de disturbios, adulterios, escándalos y asesinatos. Menos espectacular, pero también verdadero, es que una vida sexual equilibrada, acertada o satisfactoria es también causa de gran felicidad, creatividad, bienestar y de pleno desarrollo del ser humano. Lamentablemente, los medios de difusión no prestan atención a esto, porque la tranquilidad no es noticia.”