Sea por ignorancia o por lo que se conoce como “mala leche”, la referencia que hizo recientemente en la tribuna del Senado una legisladora, de cuyo nombre no vale la pena acordarnos, en torno al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, llamándole Doctor Muerte, me llevó a recordar aquel verso, de nuestra afamada poetisa mexicana del siglo XVII, Juana Inés de Asbaje, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, que se inicia con el texto: “Hombres necios, que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpaís”, aplicable en este caso, no a los seres humanos del género masculino, sino a los integrantes del Partido Acción Nacional, que se afanan en ignorar lo que hoy está sucediendo en nuestra nación y que en mucho se debe a los niveles de corrupción de quienes perteneciendo a ese partido gobernaron durante dos de los tres últimos sexenios, en los que se dedicaron a robar, entre muchas otras cosas, los recursos que debieron usarse para construir hospitales y para equiparlos, así como para contratar a los médicos y enfermeras necesarios para ser puestos en servicio; para, finalmente, dejar el gobierno a otro partido, también infestado de corruptos, que continuaron haciendo lo mismo durante otros seis años.
Acaso no es toda esta serie de crímenes la causa fundamental por la que hoy responsabilizan, no sólo al subsecretario de Salud, sino al actual gobierno, que ahora tiene a su cargo la responsabilidad de rescatar al país del desastre generado por los tres gobiernos anteriores y que, a diferencia de éstos, fue electo mediante un proceso democrático inobjetable y no mediante engaños y fraudes que se dieron “haiga sido como haiga sido”, o mediante compras masivas de votos de los sectores del pueblo mexicano más humillados, empobrecidos y envilecidos previamente.
Adicionalmente, considero necesario hacer algunas distinciones entre las tasas de mortalidad de otros países con la nuestra, pues ésta es la única forma de evaluar el esfuerzo realizado por los funcionarios de cada nación, por lo que tomando datos publicados por la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, correspondientes a los informes de la semana pasada, hacemos una comparación del número de decesos causado por el coronavirus por cada millón de habitantes, para algunos países seguramente conocidos de los lectores, incluido el nuestro, los cuales nos indican que existen otros factores, además de las autoridades sanitarias, que inciden también en el número de casos y de muertes en cada nación: México, 978; Argentina, 960; España, mil 81; Estados Unidos, mil 48; Alemania, 401; Inglaterra, mil 388, y Rusia, 389.
Por ello, sería deseable que los diferentes partidos políticos seleccionaran mejor a las personas que presentan como candidatos a las diputaciones, senadurías y puestos de gobierno, para eliminar a aquellas que puedan ser motivo de vergüenza, no sólo para sus organizaciones, sino para el país entero, siendo éste un problema que está afectando tanto a los ahora muy desacreditados partidos de oposición, como al que actualmente gobierna al país y que fue fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y cuya dirección está hoy actuando de manera que deja mucho que desear; baste para ello señalar el caso del estado de Guerrero, donde Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) a dispuesto registrar como su candidato a la gubernatura de esa entidad a un político llamado Félix Salgado Macedonio, conocido por su trayectoria de corrupción, de violencia sexual contra las mujeres y por pasados actos de gobierno como presidente municipal de Acapulco, entre 2006 y 2008. ¿Qué no existen hoy en Guerrero hombres y mujeres capaces de gobernar ese estado, que en algún tiempo dio a varios de los mejores hombres que lucharon por la Independencia de México? La actitud del hoy presidente del partido es muy cuestionable, parece pensar y actuar de una manera ajena a la ética de este grupo político.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado clara su posición de no intervenir en los asuntos internos de Morena, mostrando con su ejemplo su visión democrática, diferente a la de muchos de sus antecesores en la Presidencia, quienes acostumbraban a designar a quienes serían los candidatos de su partido a los diferentes cargos. Sin embargo, su intervención en este tema la considero necesaria, no sólo por el bien de éste, su propio partido, sino por su trascendencia nacional, pues de repetirse este proceso de selección de candidatos en otras entidades de la República, será extremadamente difícil que en el futuro inmediato nuestra nación entera camine en la dirección señalada por el Presidente, generándose con ello daños que serán difíciles de reparar durante su mandato.