Nueva York. Sorprendiendo a casi todos -incluyendo a los mismos senadores- quienes esperaban la conclusión del juicio político a Donald Trump este sábado, el Senado fue obligado a votar para convocar a testigos y con ello prolongar de manera indefinida el proceso acusando al ex presidente de “incitar a una insurrección” contra el gobierno de Estados Unidos.
Al iniciar el quinto dia de este proceso, los diputados-fiscales hicieron una propuesta inesperada para convocar a una diputada republicana para rendir una declaración como resultado de revelaciones la noche del viernes de que ella tenía conocimiento de una conversación entre el líder de la bancada republicana en la cámara baja, Kevin McCarthy, y el presidente Trump el día del asalto del Capitolio.
La diputada Jamie Herrera Beutler informó que McCarthy le comentó que se comunicó con Trump para pedir que tomara acción inmediata para frenar el asalto de los seguidores del presidente y que Trump le respondió, “bueno, Kevin, parece que esta gente está más perturbada por la elección que tú”.
Herrera Beutler votó a favor del impeachment -la acusación formal- del presidente en la cámara y pidió a “patriotas” que estaban con el ex presidente o ex vicepresidente durante el asalto al Capitolio el 6 de enero, que “ahora es el momento” para presentarse y relatar lo que atestiguaron.
Los fiscales, al presentar su propuesta, indicaron que sólo deseaban convocar a esta diputada. Sin embargo, el voto abre la puerta a la posibilidad de que se convoque a más testigos.
De hecho, algunos senadores demócratas indicaron esta mañana que desean testigos que puedan contestar la pregunta de “qué sabía Trump, y cuándo lo supo” durante el día del asalto al Capitolio el 6 de enero.
El voto inicial en el Senado sólo aprobó que se pueda convocar y tomar declaraciones de testigos. Pero bajo las reglas, cada solicitud para entrevistar o presentar testigos tiene que ser sometida a un voto del Senado.
En una furiosa respuesta a la propuesta antes del voto, uno de los abogados del ex presidente, Michael van der Veen, amenazó con convocar “a cientos de testigos”, incluyendo a líderes políticos demócratas -entre ellos la presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi y la vicepresidenta Kamala Harris. Provocó risa al amenazar que si él responde a la maniobra al convocar testigos, tendrían que rendir sus declaraciones en sus oficinas en Filadelfia.
El defensor de Trump, uno de tres, se dedica a casos civiles, y aunque insistió ante una cámara llena de legisladores, muchos de ellos abogados, que “así se hacen las cosas”, él tendrá que ser informado de que este es un juicio político en Washington bajo supervisión del Senado.
Todo indica que ante el pronóstico de que al final no se logrará obtener un voto para declarar culpable a Donald Trump de “incitar a una insurrección” violenta contra el gobierno de Estados Unidos, los fiscales y sus colegas demócratas ya no están procediendo ante el tribunal del Senado, sino ante el tribunal de la opinión pública.
Los demócratas necesitan 17 votos republicanos para alcanzar el requisito de una mayoría de dos tercios para condenar a Trump. Por ahora, sólo unos cinco o seis han indicado que están dispuestos a contemplar votar por declarar culpable al ex presidente.
De hecho, esta mañana antes del inicio de la sesión del juicio y suponiendo que llegaría a su fin esta tarde, el líder de la minoría republicana Mitch McConnell -quien se ha distanciado de Trump y apoyó que se realizara el juicio político- envío una carta a sus colegas declarando su intención de votar a favor de absolver al ex presidente, lo cual confirmaba que el juicio culminaría con un Trump absuelto.
Pero con la sorpresa de esta mañana, los senadores, junto con los abogados de Trump, y otros -incluyendo los medios- de repente tuvieron que cambiar sus planes para este fin de semana y los próximos días, ya que todos suponían que el juicio llegaría a su conclusión este sábado.