Este viernes se llevó a cabo la segunda jornada del parlamento abierto sobre la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, en la cual los detractores de la propuesta advirtieron que ésta desincentiva la competencia, genera mayor contaminación y es más cara, mientras quienes están a favor argumentaron que las energías renovables no están exentas de desechos nocivos y con ellas se subsidia de forma excesiva a empresas privadas.
En el debate virtual –organizado por la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados–, participaron organizaciones civiles, académicos y personas expertas en el tema, quienes a lo largo de seis rondas plantearon sus argumentos a favor y en contra de dicha modificación.
Julio Valle, representante de la Asociación Mexicana de Energía Eólica, advirtió que la propuesta viola los principios de libre competencia establecidos tanto en la Constitución Política como en diversos tratados internacionales, lo cual generaría afectaciones directas en materia de empleo e inversión, además de que daría pie a múltiples demandas y peticiones de indemnización.
“La magnitud del impacto económico en inversiones y cumplimiento de contratos sería gigantesca”, señaló el especialista, quien indicó que mantener el modelo de generación de electricidad basado en combustibles fósiles resulta más costoso y por tanto generaría un sobrecosto que el Estado debería cubrir, con el consecuente daño a las finanzas públicas.
Isabel Studer, fundadora y directora de la organización Sostenibilidad Global, subrayó que además de las consideraciones económicas y legales que puede tener la reforma, desincentivar a las energías renovables implica acelerar el proceso de cambio climático, fenómeno ante el cual México es especialmente vulnerable.
En contraposición, Iván Estrada, académico del Instituto Politécnico Nacional, consideró que aunque las energías renovables dejan de emitir contaminantes a la atmósfera, dependen en gran medida de compuestos metálicos cuya extracción a través de la minería también resulta nociva para el medio ambiente, y cuyos desechos son tóxicos y difíciles de manejar.
Luis Roberto Escalante, especialista en temas energéticos, consideró que “sería totalmente inviable” abastecer la demanda eléctrica del país –en particular de la zona centro– únicamente con las plantas eólicas y solares, por lo que México no puede prescindir de las instalaciones de la CFE que utilizan combustóleo y gas, aunque éstas generen un alto índice de contaminación.