Los amantes del Heavy Metal y de los cómics estamos de plácemes con el lanzamiento de Dark Nights: Death Metal-Band Edition, donde DC Comics invitó a Ozzy Osbourne, Megadeth, Sepultura, Opeth, Dream Theater, Lacuna Coil y Ghost a echarse un palomazo visual con un número especial dedicada a cada uno de ellos, que contará con su propia portada hecha por un artista diferente por número, así como una entrevista exclusiva.
Dark Nights: Death Metal fue lanzada por primera vez en Estados Unidos en junio de 2020, es la secuela de la exitosa serie Dark Nights: Metal (2017-2018), donde conocimos un nuevo universo de DC (Multiverso oscuro) y a un nuevo villano: el Batman que ríe. Ahora, nos presentan una versión dedicada a los mencionados grupos, cuyo lanzamiento se realizará en 13 países en 2021, en México estará disponible a partir del 8 de marzo.
Con este anuncio, los fanáticos de ambas subculturas estrechamos más los lazos que a lo largo de décadas nos han unido, pues como menciona el periodista, editor y traductor de cómics Mauricio Matamoros, emociona que una de las dos editoriales de cómics más importantes del mundo lograra esta colaboración con algunas de las bandas más emblemáticas del metal.
“De niños y jóvenes nos tocó ver el surgimiento y afianzamiento del metal, algo como esta colaboración era materia de sueño. Verlo hecho realidad, aunque ya en otra época, no deja de ser motivante”, me comentó el editor de la revista Belcebú en una breve charla por Messenger.
Pero la relación entre el Heavy Metal y el noveno arte no es nueva, data de poco más de 50 años, de cuando este género musical nació, allá por la década de los 70; ambas comparten casi las mismas influencias como el cine o la literatura, por mencionar algunas.
Vínculo atemporal
Este vínculo incluso es atemporal, pues historietas de EC Comics como Tales from the crypt o Planet comics han sido de gran influencia para agrupaciones como los estadunidenses Acid Witch y Ghoul, estos últimos lanzaron una canción para la banda sonora de la novela gráfica The humans de Image Comics. Pero sin duda, quienes le entraron con todo al universo de los cómics fueron los Kiss.
A principios de los años 80, con la publicación de títulos como The dark knight returns de Frank Miller o Watchmen de Alan Moore, a los que se sumó lo que la revista británica 2000AD publicaba, como D.R. & Quinch o Judge Dredd; eran materia de inspiración para bandas y músicos del heavy metal, la canción I am the law, del disco Among the Living (1987), de los estadunidenses Anthrax está basada en el personaje del juez. En esa década, Iron Maiden y su mascota Eddie, con el arte de sus portadas (creadas por Derek Riggs), inspiraron a toda una generación de ilustradores.
Posteriormente, en los 90, las colaboraciones fueron más palpables: Alice Cooper con Neil Gaiman y Michael Zulli, dieron vida a una versión gráfica de su disco The last temptation (1994). Dos años después, Iced Earth editó el álbum conceptual The dark saga, basado en el personaje Spawn.
Actualmente, hay cientos de trabajos que relacionan el metal y los cómics, por ejemplo, el guitarrista de Anthrax, Scott Ian, escribió Highway to hell para el cómic Lobo, de DC. Glenn Danzing y su editorial de cómics para adultos Verotik, Rob Zombie y sus múltiples publicaciones: Spookshow, Whatever happened to baron von Shock? o The nail, son algunos de los ejemplos de estas colaboraciones entre los dos universos creativos.
Otros ejemplos son Repentless, novela gráfica inspirada en el disco homónimo de Slayer; Orgasmageddon, de GWAR; The amory wars, del cantante de Coheed & Cambria, Claudio Sánchez, que inspira la lírica de la banda; los Iron Maiden con su Legacy of the beast. El guitarrista de Rage Against the Machine, Tom Morello y su cómic de crítica social Orchid; mención aparte tiene Dethklok, banda virtual que apareció en el programa animado Metalocalypse y que se transformó en una real con una novela gráfica editada por Dark Horse.
También algunas canciones metaleras hablan de superhéroes, como Silver surfer, pieza de los ingleses Cloven Hoof; los blacker sinfónicos ingleses de Bal-Sagoth con The scourge of the fourth celestial host; los Monster Magnet y su Ego the living planet; Megadeth con Holy wars...the punishment due; Rob Zombi cuenta con War zone, los deathmetaleros canadienses Killitorous y su oda It’s not Stanley, It’s Stan Lee!, y el Wolverine Blues de los suecos Entombed.