El gobierno capitalino entregará incentivos económicos adicionales a los médicos residentes que atienden la primera línea de atención al Covid-19 durante tres meses, de enero a marzo, en los que se prevé destinar 8 millones de pesos.
En la Gaceta Oficial, la Secretaría de Salud local (Sedesa) detalló que se darán 400 apoyos económicos, de acuerdo con el periodo laborado, por 7 mil pesos durante 30 días y 3 mil 500 por 15 días a cada médico.
La dirección general de prestación de servicios médicos y urgencias de la Sedesa realizará un listado de beneficiarios, ya sea médicos residentes locales o de otras entidades que atienden a pacientes con coronavirus, que validará la Coordinación Nacional Médica del Instituto de Salud para el Bienestar.
Por otra parte, en el foro Salud mental y Covid-19, organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, expertos de distintas instituciones señalaron que, de acuerdo con análisis realizados, la depresión y ansiedad se han incrementado hasta tres veces más entre la población a causa del confinamiento.
Eduardo Madrigal de León, director del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente, expuso que la incertidumbre, el confinamiento y el colapso económico por la emergencia sanitaria aumentan el riesgo en la salud mental, lo que podría generar nuevas enfermedades.
A su vez, María Elena Medina Mora, directora de la Facultad de Sicología de la UNAM, aseguró que los trastornos mentales afectan en un momento de la vida a 30 por ciento de la población, y de este segmento 79 por ciento no recibe atención, básicamente por la poca disponibilidad de medicamentos.
Dijo que un tamizaje que se hizo en una plataforma de la facultad arrojó que de 104 mil 875 personas que pidieron ayuda, 24 por ciento la solicitó por violencia, 11.8 por consumo de sustancias y 10 por ciento por depresión.
Otro problema del encierro se vincula con niños y niñas. Al estar en una etapa de desarrollo son muy sensibles al ambiente exterior, pues hay quienes han vivido momentos muy estresantes, han resentido la convivencia con los amigos, la falta de socialización y a esto se suman las consecuencias de no estimular su capacidad cognitiva.