Ciudad de México. Enero ha sido el mes con mayor cantidad de fallecimientos entre el clero mexicano, sostuvo el Centro Católico Multimedial (CCM), el cual en un nuevo informe establece ene el primer mes del año, por COVID-19 perdieron la vida, 42 religiosos.
La Unidad de Investigación del CCM detalló que en el acumulado se contabilizan cinco obispos, 172 sacerdotes y siete religiosas fallecidas por COVID-19 y lamentó que sean tan heterogéneos los planes de protección en salud para sacerdotes en el país.
Detallóque está el impulsado por la Obra de Clérigos en Ayuda Solidaria (AR -OCEAS) de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y los de seguros y mutuales “altamente efectivos” como el de la Arquidiócesis de Monterrey, pero por otra parte está “la situación crítica de clérigos desamparados que no tienen sistemas de protección, la falta de renovación de sus seguros o la carencia de ellos por no cubrir las complicaciones del COVID-19 como es en la Arquidiócesis de México”.
En el 16 reporte que abarca del 19 al 31 de enero pasado indica que fue un período, a nivel de país con “alto índice de contagios y ocupación hospitalaria, incluso más del 90 por ciento en algunas entidades” y muchos estados retrocedieron en el semáforo epidemiológico”.
Indica que en la Ciudad de México, la cual estuvo en rojo desde el 19 de diciembre (hoy se anunció que pasará al naranja) se tuvo un regreso gradual de actividades con limitaciones para su operación.
El CCM lamentó que la “saturación de hospitales y la escasez de oxígeno médico y desabasto de tanques para su distribución e incluso con un aumento del 100 por ciento al de su precio ordinario”.
Así mismo expuso el contagio en el convento de la Orden de Predicadoras Dominicas en la arquidiócesis de México, donde se encuentran 20 religiosas y tres sacerdotes y lamentó el deceso de la hermana Teresa Coronado, de 87 años, la hospitalización de otras dos religiosas y la puesta en cuarentena de 11más.
Sobre los contagios en la CEM detalla que tres obispos dieron positivo en esas fechas: Carlos Suárez Cázares, auxiliar de Morelia, el 20 de enero; Herculano Medina Garfias, obispo auxiliar de Morelia, el 22 de enero y Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, el 23 de enero.
En total el “episcopado mexicano ha perdido cinco obispos, tres eméritos, un auxiliar y uno en funciones. Hasta el 31 de enero eran 23 casos COVID-19 en la CEM.