El presidente Andrés Manuel López Obrador alertó a los migrantes para que no vayan hacia el norte porque hay mucha violencia, especialmente en Tamaulipas, y aunque pudieran ingresar a Estados Unidos, las deportaciones continúan en el mismo nivel que con el gobierno anterior, advirtió.
Tanto a los mexicanos como a los migrantes de otros países les dijo que hay traficantes de personas, polleros, que “pintan un mundo color de rosa”, y corren la versión de que ahora, con el gobierno de Joe Biden, “ya están las puertas abiertas” y de inmediato serán regularizados.
Si bien hay muy buenas intenciones del mandatario estadunidense, señaló en conferencia de prensa, llevará tiempo definir la política migratoria, misma que no se puede modificar de un día para otro.
Como parte de las estrategias para impulsar el desarrollo en Centroamérica y enfrentar así el fenómeno migratorio, propuso a Biden promover inversiones para esa región y el sur de México, y dejar atrás los acuerdos de cooperación militar.
“Nosotros ya no queremos el Plan Mérida... No queremos cooperación militar, no queremos que nos manden helicópteros artillados, queremos cooperación para el desarrollo”, insistió.
También pidió a su contraparte apoyar en el suministro de vacunas anti-Covid, porque –expresó– es lamentable que países pequeños como Guatemala, Honduras y El Salvador no tengan acceso al biológico.
Apeló a la fraternidad universal, “en pensar en nuestros semejantes y en un mundo sin fronteras”.
En cuanto a México, dijo que el control migratorio es para proteger a las personas en tránsito, porque aquí “no se auspicia la violación a los derechos humanos”.
No es lo mismo que estén en albergues en la frontera sur a que vayan al norte, donde corren más peligro, consideró.
A nivel doméstico, el mandatario advirtió que Tamaulipas es la zona más violenta de la franja fronteriza y reiteró que habrá justicia en el caso de los migrantes asesinados y calcinados en esa entidad, territorio en permanente disputa por dos grupos del crimen, donde circula armamento de alto calibre e incluso bandas con uniformes militares, las cuales actúan con mucha agresividad.
Pidió a los integrantes de esos grupos, sobre todo a los jóvenes, abandonar esa actividad ilícita porque perjudican no sólo a sus familias, sino al prójimo.
El tema de Estados Unidos surgió cuando se le preguntó si intervendría en favor del ex fiscal de Nayarit Édgar Veytia, en prisión en el vecino país acusado de tener nexos con el narcotráfico, en un expediente similar al integrado para el ex secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos, ahora en México.
López Obrador respondió que el destino de Veytia es parte de una decisión del gobierno estadunidense y “tenemos que garantizar que ellos decidan libremente, que se respete la soberanía de Estados Unidos y la nuestra”. Para interceder por el ex fiscal nayarita “tendríamos que tener pruebas”, subrayó.