Praga. Un hueso de vaca recubierto de inscripciones del siglo VII demuestra que las runas germánicas fueron la escritura más antigua empleada por los antiguos eslavos, anunciaron ayer científicos checos.
Hasta ahora, se consideraba que el alfabeto eslavo más antiguo era el glagolítico, inventado por el monje bizantino San Cirilo en el siglo IX.
San Cirilo y su hermano San Metodio llegaron en misión en el año 863 a la antigua Gran Moravia, territorio que corresponde actualmente a República Checa, Hungría y Eslovaquia, así como partes de Alemania, Polonia, Ucrania y los Balcanes.
Pero la costilla rota de res, hallada en el sur de República Checa en 2017 y examinada por un equipo internacional de científicos, demuestra que la hipótesis sobre el primer alfabeto era incorrecta.
“El equipo descubrió que se trata de la inscripción más antigua encontrada entre los eslavos”, declaró en un comunicado el jefe del equipo, Jiri Machacek, de la universidad Masaryk en Brno.
El equipo efectuó pruebas genéticas y de radiocarbono para examinar el hueso.
“Estos delicados análisis demostraron que el hueso era de un vacuno doméstico que vivió hacia el año 600 dC”, dijo Zuzana Hofmanova, analista de la universidad de Friburgo (Suiza) y miembro del equipo.
Robert Nedoma, de la universidad de Viena, identificó la inscripción como las llamadas runas del futhark antiguo, utilizadas por los habitantes de habla germana de Europa central del siglo II al VII.
El alfabeto futhark antiguo contaba con 24 signos. Los siete últimos aparecen en la costilla, según los investigadores.
“Es probable que el hueso tuviera originalmente todo el alfabeto rúnico. Por tanto, no es un mensaje específico, sino más bien una herramienta pedagógica”, según los científicos.