Falmouth, Maine. El artista Donald Verger le ha puesto corazón a su trabajo durante la pandemia.
Imágenes de sus corazones intrincados hechos de vibrante vidrio marino han llegado a escuelas y hospitales duramente golpeados por el Covid-19.
“Los corazones gustan mucho”, dice Verger. “A la gente le encanta el vidrio marino, el color, los patrones”.
A lo largo del país, muchos artistas que luchan por subsistir también han encontrado la manera de hacer algo por sus comunidades durante la crisis sanitaria que ha cobrado más de 465 mil vidas en Estados Unidos.
Los esfuerzos de Verger representan una pequeña pero alegre contribución para hacer sonreír a la gente y ofrecerles algo de calma en medio de su aislamiento.
Verger ha enviado unas 25 mil postales de sus corazones y fotografías de paisajes a escuelas y hospitales. Las envía de a mil o 2 mil 500, y los empleados y docentes las entregan a personal, estudiantes y pacientes.
Recientemente donó al menos 10 mil con la palabra “LOVE” (amor) superpuesta. Otras 10 mil decían “HOPE” (esperanza).
“Parece un gran privilegio hacer algo para apoyar la alegría y ofrecer cierto sentido de esperanza”, dijo Verger, cuyo taller queda en Falmouth, Maine.
En Boston, la administradora del Hospital Shriners Eileen Skinner repartió tarjetas con corazones y la palabra AMOR a más de 400 empleados por el Día de San Valentín.
“Tienes que estar en una organización sanitaria para entender la fatiga del Covid”, dijo Skinner. “Simplemente es alentador para el personal que alguien piense en ellos”.
Verger, de 72 años, creció en Nueva York pero se considera de New England. Vive en Massachusetts, donde crio a su familia, fundó el Children’s Discovery Museum y el Science Discovery Museum en el pueblo de Acton, Massachusetts.
Como fotógrafo, es conocido por sus imponentes imágenes de paisajes y faros en New England. Su foto más conocida es “Dawn of Peace”, que muestra la niebla del mar recibiendo el amanecer una gélida mañana en el Lago de Thompson, en Otisfield, Maine.
Verger combinó su fotografía con vidrio marino que comenzó a coleccionar en la costa de California. Lo arreglaba en forma de imágenes que recuerdan a una pintura de Renoir o Monet.
Sus primeros donativos los hizo tras un tornado que golpeó Missouri mientras fotografiaba las fuertes tormentas de 2011. Los cazadores de tormentas terminaron siendo cazados por un enorme tornado en el pueblo de Joplin, Missouri. Más de 150 personas murieron.
Tras volver a Maine, hizo postales con algunas de sus imágenes más relajantes con un mensaje y el nombre de Joplin. En total, envió unas 25.000 a la Cruz Roja, escuelas y otras organizaciones.
Recientemente donó postales al hospital Northern Light Mercy en Portland y otras instituciones, además del Hospital de Niños Shriners de Boston.
Skinner y Verger se conocieron en Maine, cuando donaron fotos enmarcadas para el Hospital Mercy cuando ella era la directora ejecutiva.
“Donald es una persona cálida y generosa”, dijo. “Comparte lo que hace mejor”.