Morelia, Mich. Autoridades mazahuas de las poblaciones de Cresencio Morales, Francisco Serrato y Donaciano Ojeda, municipio de Zitácuaro, acusaron al fiscal regional, Francisco Herrera Franco de estar involucrado con la delincuencia organizada, debido a que lejos de brindarles protección a las comunidades tal parece que está del lado de los criminales.
Dijeron que las comunidades no solo han sido invadidas por delincuentes que promueven venta de drogas, extorsionan y roban madera de sus bosques, sino que ahora el mismo fiscal regional les ha dicho que se integren mejor a un cartel.
“Nosotros le decimos que mejor renuncie, porque no vamos a permitir que se nos tache de criminales”, señaló una autoridad comunal de esta región que pidió no dar su nombre. No obstante, en redes sociales se difundió una reunión celebrada el pasado 9 de febrero en Zitácuaro, donde estuvieron funcionarios de los tres órdenes de gobierno, y donde el fiscal regional fue acusado de corrupción.
Herrera Franco, junto con otros policías del estado de México, llegó a Michoacán en 2014 con el entonces comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, ha sido acusado en varias ocasiones de cometer abusos de autoridad.
A mediados de enero, 10 habitantes de la tenencia de Donaciano Guerra fueron asesinados y uno más resultó lesionado. Presuntamente se trató de un enfrentamiento contra talamontes, pero todos los caídos eran lugareños. Esta acción obligó a los habitantes de las tres comunidades a reforzar su sistema de seguridad comunal.
Los comuneros y ejidatarios de esa zona oriente de Michoacán denunciaron que el grupo delictivo que opera allí, colindante con el estado de México, se dedica a la fabricación y tráfico y venta de metanfetamina, además de extorsiones, despojo de propiedades y robo de madera.
Es por ello que exigen se reconozca a su policía comunal; se asigne proporcionalmente y de manera directa el presupuesto de este año, y que ningún poder judicial cometa represalias o persecución de sus compañeros.
“Estamos muy enojados todos. Nosotros somos la voz de toda la gente y si nos toca morir, nos vamos a morir, pero que se sepa quiénes están involucrados en la corrupción”, enfatizó una de las autoridades comunales mazahuas.
El secretario del ayuntamiento de Zitácuaro admitió que había problemas con la delincuencia organizada, pero hubo días, como las balaceras ocurridas hace tres semanas en los que la policía municipal no se pudo acercar siquiera.
Habitantes del ejido vecino de San Felipe de los Alzati, denunciaron desde mayo pasado que el crimen organizado estaba arrasando con sus bosques, por lo que denunciaron a la Fiscalía Regional de Zitácuaro, sin que hubiese una respuesta, así que se organizaron con su propio concejo de seguridad, sin embargo, hay temor, porque los criminales portan armas poderosas.