Juchitán, Oax. Apasionado del rap y defensor del zapoteco por herencia de su abuela Alicia, José Antonio López López, de 23 años de edad, busca con este género que más personas se interesen en el rescate de su lengua materna.
Él compone rap bilingüe (en zapoteco y español) y añora que se convierta en una opción que revitalice la lengua que sus abuelos le enseñaron y así otros jóvenes como él también la conserven.
Este joven es oriundo de Chicapa de Castro, Oaxaca, comunidad ubicada en el Istmo de Tehuantepec, donde habitan cerca de 3 mil 184 personas, mil de las cuales son jóvenes, pero sólo 10 por ciento de ellos habla zapoteco o lo entiende, por lo que este idioma va en decadencia.
Inquieto y dinámico, José Antonio escribe historias de amor y desamor, de la cotidianidad, los jóvenes y también de su amor por los suyos, en Chicapa de Castro.
Ser rapero le gusta y es una pasión que combina con su actividad de “soldador especializado”, que aprendió para poder llevar el sustento familiar.
Para que su música se escuche, José Antonio creó hace cinco años, a los 18, cuando comenzó con esta pasión, un canal de YouTube al que llamó ToñoMC Oficial, y en el cual sube videos, hasta ahora 35 producciones musicales que él mismo creó en su productora casera.
Toño MC, como es conocido, además de componer sus canciones es su propio productor musical y ha realizado composiciones mezclando el rap con la poesía. Ha roto el estigma, debido a que en su pequeña comunidad vivió discriminación y prejuicios al principio, debido a que relacionan el rap con el vandalismo y la drogadicción.
“Mi abuela Alicia es quien me ayuda con la traducción de lo que escribo y pienso; no es nada fácil, pero soy el único en mi pueblo que lo hace en zapoteco, y eso es digno. Le busco y soy propositivo, porque quiero que más jóvenes lo hablen y así poder conservarlo como parte de nuestra herencia”.
Con su atuendo (gorras, tenis, short, pantalones y camisas holgadas), acude a presentaciones en diversos poblados e incluso a actos sociales. Refiere que la pandemia del Covid-19 provocó la cancelación de eventos, pero él sigue escribiendo y creando canciones de sus vivencias y de lo que pasa en su pueblo.
“Me gusta escribir, no tengo definido algo, pero hablo de la cotidianidad, de la vida, las tardes, el amor, el desamor y de lo que vivimos en la familia”.
Datos del Inegi en 2020 refieren que el zapoteco es una lengua que va en extinción a pesar del esfuerzo de muchas personas, no así en Juchitán, Oaxaca, donde el número de hablantes aumentó de 53 mil 223 (según el censo de 2010) a 63 mil 800 en 2020.
Víctor Cata, historiador y lingüista zapoteco, explica que a mediados del siglo XIX México adoptó la política pública de desaparecer las lenguas indígenas por considerarlas “dialectos que hacían más ignorante y tonta a la población hablante.
“Ahora se lucha contra esa política del siglo XIX que borró muchas lenguas de México; por fortuna tenemos todavía hablantes del zapoteco y las mujeres ocupan un lugar muy importante, en especial las abuelas, porque ellas son transmisoras de las palabras, los cantos, los chistes y una serie de signos que conquistaba nuestro corazón y mente”, indicó.
El historiador, quien actualmente realiza investigación filológica con los abuelos zapotecas para recabar información sobre los sonidos y palabras, informó que además de Juchitán, pueblos como Santa María Xadani, San Blas Atempa y Álvaro Obregón (conocido como Gui’ xhi Ro’) han conservado más su lengua, pues sus niños y niñas lo hablan fluido, incluso cantan y hacen rimas y chistes con el zapoteco en más de 90 por ciento.