Científicos de los institutos de Astronomía (IA) y de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como de la Universidad de Guanajuato, entre otras instituciones de España y Nicaragua, detectaron por primera vez, con luz óptica, el movimiento de dos diferentes tipos de nubes de gas en la galaxia NGC 7469, ubicada en la constelación de Pegaso, a uno 200 millones de años luz de la Tierra.
Anna Lia Longinotti, experta del IA, destacó que el hallazgo es un avance para saber cómo influyen los agujeros negros supermasivos en la evolución de estos objetos celestes, uno de los grandes problemas de la astrofísica. “Estudiamos a NGC 7469 porque en ella podemos tener la visión directa a su agujero negro central, y esperamos reconstruir cómo los vientos vienen expulsados directamente” de éste, explicó.
El objeto estudiado por Longinotti (al igual que por Aitor Robleto Orús, alumno de doctorado en la Universidad de Guanajuato; René Alberto Ortega Minakata, del IRyA; Sebastián Sánchez, del IA, y otros colaboradores) es una galaxia espiral descubierta por William Herschel en 1784.
En un comunicado, se informó que, específicamente, los universitarios revisaron la presencia de vientos de gas ionizado en NGC 7469, para lo cual utilizaron el Explorador Espectroscópico de Unidades Múltiples, equipo instalado en un telescopio de 8.2 metros de diámetro ubicado en Chile, cuyos datos son de libre acceso.