Quito. El líder indígena de izquierda Yaku Pérez denunció ayer un intento de fraude para sacarlo de la carrera presidencial en Ecuador, cuando libra una dura pelea con el ex banquero de derecha Guillermo Lasso por el segundo lugar en las elecciones celebradas el domingo, lo que le daría su pase en la segunda vuelta.
El economista Andrés Arauz, de 36 años y delfín del ex mandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), aparece como ganador de la primera vuelta con 32.14 por ciento de los sufragios, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
No obstante, con 98 por ciento de las actas procesadas, Pérez, un abogado ambientalista de 51 años, sorprendía con 19.86 por ciento de los sufragios, mientras Lasso, de 65 años, registraba 19.60 por ciento.
El escrutinio se ha visto frenado por la necesidad de revisar 13.69 por ciento de las actas debido a inconsistencias como falta de firmas de los miembros de la mesa electoral.
En ese contexto, Pérez señaló que “se está confabulando un fraude (...) para impedir que nosotros lleguemos a la segunda vuelta”. Sostuvo que se han transferido 15 puntos porcentuales de sus votos a otros candidatos, con lo que superaría a Arauz, y llamó a abrir las urnas.
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, dijo que “cada candidato está en su derecho de agotar todas las instancias legales de impugnación de resultados (…) Si tenemos que abrir urnas lo haremos. Una vez que se resuelva el 100 por ciento de las actas con novedades, promulgaremos los resultados”; subrayó que tienen 10 días para divulgarlos.
La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos llamó a que se “esperen con calma los resultados” finales.
La segunda vuelta está prevista para el 11 de abril, cuando será designado el sucesor del impopular gobernante Lenín Moreno, que no se presentó a la relección y cuyo periodo de cuatro años terminará el 24 de mayo próximo.
Ninguno de los 16 candidatos obtuvo la mitad más uno de los votos válidos ni alcanzó 40 por ciento de los mismos más una diferencia de 10 puntos sobre el segundo para ser elegido de manera directa.
De mantenerse la tendencia del escrutinio parcial, Pérez –con poca carrera política– y Arauz protagonizarán una inédita segunda ronda entre candidatos de izquierda en Ecuador, con 17.1 millones de habitantes, castigado por la pandemia y que arrastra una abultada deuda económica por la caída de los precios del petróleo.
Arauz declaró en entrevista con la Afp que “el pueblo ecuatoriano ha sido contundente al pronunciarse por el antineoliberalismo. Las opciones que han prevalecido han sido el progresismo, la unidad plurinacional y la socialdemocracia”.
Arauz añadió que en caso de ganar, la relación con Estados Unidos “va a ser excelente” y las condiciones de un acuerdo de septiembre pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un préstamo de 6 mil 500 millones de dólares “no podrán ser cumplidas por nuestro gobierno porque atentarían directamente contra los bolsillos de las familias ecuatorianas”.
El FMI está “abierto” a ajustar el programa con el nuevo presidente “en caso de que el gobierno así lo desee”, dijo el director del organismo para las Américas, Alejandro Werner.
Pérez, quien también planea revisar el acuerdo, obtuvo un buen resultado con un discurso ambientalista y de rechazo a la explotación petrolera y minera, y es un fuerte crítico del ex presidente Rafael Correa.
Pérez apunta sus sospechas hacia Lasso y Correa
El líder indígena apuntó sus sospechas de fraude hacia Lasso y sus aliados, y contra Correa. “Tiene un pánico que entremos nosotros a la segunda vuelta”, sostuvo en referencia al ex mandatario.
En 2019 fue elegido en las urnas gobernador de la provincia andina de Azuay y es el primer indígena en llegar tan lejos en la disputa por la presidencia de Ecuador, donde los pueblos originarios conforman 7.4 por ciento de la población.
Si se confirman los resultados parciales, los ecuatorianos deberán elegir entre dos alternativas de izquierda: una nacionalista, que representa Arauz, y otra de corte ambientalista que, según Pérez, dará paso a un “estado plurinacional, digno, honesto e incluyente”.