El “acuerdo reparatorio” a favor del gobierno por 200 millones de dólares de Altos Hornos de México (AHMSA) para dejar libre a Alonso Ancira no resuelve el problema de fondo. Pemex recuperará parte de los recursos que pagó por la planta chatarra de Agronitrogenados, pero los pequeños accionistas y el resto de acreedores de AHMSA no recuperarán los recursos que invirtieron.
Quienes ganarán con el acuerdo son Julio Villarreal y Jorge Silberstein (de Alianza Minerometalúrgica), que se quedarán con la empresa, y las familias Ancira y Autrey, quienes quedarán libres de culpas por los malos manejos realizados en AHMSA a lo largo de tres décadas.
Para obtener recursos y supuestamente convertir a la compañía en una de las mejores del mundo, el grupo de control de AHMSA colocó acciones en bolsa en 1993 y obtuvo créditos multimillonarios. Pero una pésima administración llevó a la empresa a una crisis profunda en 1999. En esos pocos años, Altos Hornos de México quedó a deber mil 900 millones de dólares que derrocharon los dueños de la compañía y que decidieron no pagar bajo un proceso de quiebras amañado que protegió sus intereses.
A partir de mayo de 1999 la firma dejó de cotizar en los mercados de valores y junto con la protección del proceso de quiebra mantuvo su operación, pero sin rendir cuentas a nadie. De esta forma los acreedores, incluyendo al gobierno y los pequeños accionistas, perdieron sus recursos.
En 2016, después de un tortuoso proceso de negociación los Autrey y los Ancira llegaron a un acuerdo con las autoridades y salieron del proceso de quiebra técnica con compromisos concretos de pago, pero de nuevo no cumplieron con lo pactado y durante tres años más llevaron a cabo pláticas con acreedores para diferir el cumplimiento de sus obligaciones.
Ahora podremos apreciar el desenlace de esta telenovela que puede ser benigno para los Ancira y los Autrey, pero nefasto para México. Por medio del “acuerdo compensatorio”, Ancira recuperará su libertad, sin siquiera ofrecer información al gobierno sobre todos los involucrados en el fraude.
Sin embargo, no todo está dicho. El fiscal Alejandro Gertz Manero todavía busca una compensación adecuada de este gran robo que se cometió contra miles de personas físicas y morales y contra los intereses del Estado mexicano.