La exposición titulada Esperanza, que reúne los testimonios de 16 fotógrafos de la manera en que han vivido el confinamiento, será inaugurada hoy de manera virtual en la página web del Claustro de Sor Juana.

La muestra, organizada para la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), también incluye imágenes de aficionados.

La curadora Moramay Kuri, fotógrafa y directora de Difusión Cultural de la UCSJ, expresa en entrevista con La Jornada que desde los primeros días de la emergencia sanitaria veía en las redes sociales lo que hacían sus amigos.

Había fotos esperanzadoras porque ofrecían vistas del mar, que contrastaban con el encierro. “De pronto vi cómo empezó a decaer la cultura en México, los amigos desesperados y los fotógrafos quejándose de que no tenían qué comer. Decidí que quería ver cómo habían vivido los fotógrafos la pandemia, qué había cambiado el encierro”.

Para la exposición, Kuri llamó a colegas de México y otros países. Los expositores son Tamurá Albalá, Lourdes Almeida, Natalia Alonzo, Olmo Mariano Ayala, Andrés de la Cruz, Rogelio Cuéllar, Javier Hinojosa, Antonio Martorell, María Luisa Passarge, Cecilia Rodarte, Giovanni Rodríguez, Juan San Juan, Carlos Walraven, Brian Would, María Fernanda Wray y la propia Moramay Kuri. A cada quien le pidieron tres imágenes, aunque algunos entregaron más.

“Como soy indisciplinado me he dedicado mucho a fotografiar el paisaje urbano en la pandemia. Las calles solas, las personas con cubrebocas, la relación que los carteles y (anuncios) espectaculares tienen que ver con el Covid-19”, dice Rogelio Cuéllar. Recuerda: “Soy, dentro de todo, fotorreportero; me gusta salir a la calle con la cámara”.

En un viaje a Yucatán, Cuéllar continuó con el proyecto, aunque ahora con el paisaje rural, donde el coronavirus también está presente. En el municipio de San Felipe, Cuéllar hizo hincapié en “la presencia humana con cubrebocas”. Hay un personaje en bicicleta y una pareja que va en moto, todos con mascarilla. Son fotos a color, algo inusual en su obra. Exhibe tres en Esperanza.

Lourdes Almeida tomó las fotos dentro de su casa. “Son imágenes de mi cuarto hacia afuera, o de mi terraza en dirección a mi habitación; también de la entrada de mi casa, que es lo que me cobija y cuida ahorita”.

La mayoría de las seis fotos que incluye en la exposición son tomas al atardecer y nocturnas. Sólo una es de día, del patio donde “hacemos tantas cosas en mi casa ahora con el Covid”.

Son imágenes en blanco y negro debido a su calidad “más poética”. No hay presencia humana, sólo se ve el espacio. En cambio, una de sus protagonistas es una “sillita”, donde se siente a bordar, actividad que ha retomado. “Soy costurera desde los siete años”, explica Almeida, quien en el confinamiento ha estado muy ocupada haciendo libros de tela bordados con temas feministas.

Es el espacio –más romántico, por cierto– donde se sienta a trabajar, independientemente de su computadora y la cámara con que realiza sus fotos.

María Luisa Passarge no es fotógrafa, sino editora. Hasta ahora, su participación dentro de la fotografía habían sido los registros con su celular que hacía a Rogelio Cuéllar en su labor. En el confinamiento, “le dije a Rogelio que me enseñara a tomar fotos con una cámara, a entender bien qué es el diafragma y la profundidad de campo. Él me prestó una cámara y me puso ejercicios. Encerrada en mi casa quería ir más allá de tomar a través de la ventana”.

En cierto momento Passarge se convirtió en su propio sujeto, ya con cámara en mano “subí un par de fotos al Facebook, las vio Moramay y les gustaron. Para mí, la fotografía de celular es de registro. Con la cámara entré en otra forma de ver y de aplicar la fotografía. Estoy muy enfocada en el tema del autorretrato y de la foto narrativa”.

Esperanza, exposición presencial de 70 piezas, se inaugura hoy de forma virtual a las 19 horas, por Facebook y YouTube. Por lo pronto se podrá ver en línea y si las condiciones sanitarias lo permiten se abrirá al público.