Nueva York., El acuerdo legal que prohíbe a Britney Spears gestionar su propia vida y sus finanzas ya tiene más años que los que tenía la estrella del pop cuando apareció como una enérgica niña de 12 años en Disney Channel, y la controversia sobre quién la gobierna vuelve a hacer ebullición.
Spears, de 39 años, ha vivido bajo ese estricto acuerdo desde su infame colapso, que en 2008 llevó a un tribunal de California a colocarla bajo una tutela legal única manejada sobre todo por su padre, Jamie.
La custodia, cuyas razones y términos precisos figuran en documentos judiciales confidenciales, ha sido objeto de un mayor escrutinio en los años recientes, especialmente después de que Spears canceló su segunda residencia en Las Vegas en 2019 y entró en un paréntesis profesional indefinido.
Ahora, un documental en FX producido en asociación con The New York Times se sumerge en la leyenda popular sobre Spears, quien saltó a la fama mundial cuando era adolescente encadenando éxitos, incluido Baby one more time, antes de que un dramático traspié desatara el apetito caníbal de los paparazzi.
La cinta enfatiza el papel de la prensa del corazón y las celebridades desde el año 2000 en el desmoronamiento de Spears, mostrando cómo fue un objetivo mediático.
El movimiento #FreeBritney (Liberen a Britney), en el que militan cientos de miles de fervientes fanáticos que creen que es una rehén, ganó fuerza el año pasado cuando la cantante presionó en la corte para sacar a su padre del rol de tutor.
Sus defensores aseguran que la estrella pide ayuda con mensajes codificados, emoticones e incluso el color de su ropa en Instagram.
“Le tiene miedo a su padre”
Ellos reivindican que Spears ha dado señales suficientes para recuperar su propia custodia, sobre todo después de que su abogado designado por la corte le dijera a un juez: “Mi clienta me ha informado que le tiene miedo a su padre”.
El ícono pop no busca por ahora eliminar la tutela, una figura legal normalmente destinada a los ancianos o enfermos, sino otorgarla a profesionales.
Ella aspira a que la tutora que ahora tiene la custodia provisional sobre su persona siga siéndolo y le gustaría que un banco gestionara sus finanzas. La próxima audiencia judicial está programada para el 11 de febrero. El documental Framing Britney Spears sugiere que la otrora superestrella del pop mundial fue manipulada y llevada a la ruina emocional por un entorno mediático insaciable, en el que sus imágenes se vendieron por más de un millón de dólares. Desde sus días como una valiente preadolescente en Star search en 1992 hasta cuando apareció con la cabeza rapada en 2007, el documental dibuja a una superestrella magnética, cuya imagen se convirtió en la de todos menos la suya propia.
El documental muestra cómo la destacada presentadora de noticias Diane Sawyer la presiona para que explique por qué “hizo algo para causar tanto dolor” a su pareja, el no menos famoso Justin Timberlake, en su ruptura, una situación que dejó a Spears, como dijo un entrevistado, como “la puta de la clase”.
Otra entrevistadora la hace llorar en una entrevista de 2006 en la que arremete contra su estado físico mientras está embarazada de su segundo hijo. Durante su prolongado colapso mental que siguió a su divorcio de 2006 y la batalla por la custodia de sus hijos, Spears fue fotografiada en gasolineras descalza o conduciendo con un hijo en su regazo o bien la foto icónica de cuando golpea el vehículo de un paparazzo con un paraguas.