Varias noticias ocuparon los últimos días la atención de los mexicanos. Destaco algunas.Nuevos hallazgos en la zona del Templo Mayor. Como un bajorrelieve con la imagen de un águila real, labrada sobre tezontle rojo. Por su tamaño (un metro de largo y 70 centímetros de ancho) es la más grande de las 67 piezas encontradas recientemente. Saldrá libre a disfrutar de su enorme fortuna Alonso Ancira, acusado de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa. Su socio en esos delitos, Emilio Lozoya, también en casa. Ancira llevó a la quiebra una empresa emblemática: Altos Hornos de México. Busca ser liberado Mario Marín, el g ó ber precioso, que usó su poder contra la periodista Lydia Cacho, por denunciar en un libro a los inmiscuidos en una red de pornografía y abuso infantil. Se descubren cuentas de políticos y empresarios en Andorra. ¿Cuándo sus nombres? Falló la campaña de descrédito contra la vacuna Sputnik V, dejando sin piso la candidatura de la senadora Lilly Téllez a presidir la Organización Mundial de la Salud en 2042, con el apoyo del Partido Acción Nacional.
De otros cuatro hechos se ocupan los principales medios internacionales: 1) la muerte de 19 migrantes en Tamaulipas. Están implicados 12 policías de “élite” de esa entidad; 2) ocupamos en el mundo el tercer lugar en muertes por Covid-19 y el decimotercero por contagios; 3) hay severas críticas a la estrategia del gobierno mexicano para enfrentar la actual pandemia, y 4) escasea el oxígeno medicinal y los tanques en que se almacena. Lo requieren miles de personas que padecen el virus y otros males. Los familiares de los enfermos los buscan muchas veces sin éxito. De los tres primeros hechos hay abundante información en los medios. No tanto del cuarto y por eso me ocupo hoy de él.
Desde hace casi un año las instancias oficiales debieron supervisar la producción de oxígeno medicinal y vigilar su distribución y venta. Igual de los tanques y equipos para almacenarlo o producirlo autónomamente en casas y hospitales. Sabían que el número de personas con Covid-19 iba en aumento y a la par la demanda de ese insumo, que creció en más de 800 por ciento. No hicieron bien su tarea. Intentaron minimizar el problema cuando el desabasto era inocultable. Cabe señalar que oportunamente la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) advirtió sobre la existencia de prácticas monopólicas en producción, distribución y venta de oxigeno medicinal.
Esa falta de vigilancia derivó en especulación y que los precios del oxígeno y los equipos para almacenarlo o producirlo se elevara a más de doble del que tenían hace un año. Hay oxígeno, aseguró la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pero “no tanques para que se lo lleven”.Agregó que no habría desabasto, pues “hay competencia y producción abundante”. La realidad muestra lo contrario. Para cubrir la demanda en el norte del país se importa el insumo de Estados Unidos. Mientras, supuestos proveedores de oxígeno medicinal y tanques estafaron a miles a través de las redes sociales.
Según la Profeco, la recarga de un cilindro portátil de 682 litros de oxígeno costaba 208 pesos, y 895 el de uno de 10 mil litros. Sin embargo, el precio lo imponen los especuladores. Se denunció que dos de las principales empresas suministradoras de oxígeno medicinal (Infra y Praxair) abusaban ante la escasez, como reportó La Jornada. Infra aclaró no hacerlo y cumplir con las normas establecidas por las autoridades. La segunda guardó silencio.
Las autoridades de la capital del país se sumaron a la iniciativa Oxígeno CC, creada por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional y el Tecnológico de Monterrey, para pacientes de Covid-19 que traten la enfermedad en sus casas. En la página web https://oxigenocdmx.cc se enlistan los lugares, públicos o privados, de venta, alquiler o llenado de tanques en la metrópoli. Además, las autoridades citadinas ofrecen recargarlos gratis en ciertos lugares. Es apenas un paliativo. La jefa de Gobierno pidió que quienes tengan tanques sin usar, los devuelvan “por amor a la vida”, pues sirven para atender a quienes requieren oxígeno medicinal.
A la falta de tanques para almacenar oxígeno, mañana la región más poblada de México reabre los servicios no esenciales, pese a estar en semáforo rojo. Y cuando buena parte de la población no observa las medidas básicas para evitar el Covid-19. Seguiremos así en un nada honroso tercer lugar mundial en muertes por dicho virus.