Berlín. Alemania, Suecia y Polonia anunciaron este lunes que expulsarán cada uno a un diplomático ruso, en respuesta a la expulsión por Moscú de diplomáticos de estos países, a los que acusa de participar en protestas en apoyo al opositor ruso Alexéi Navalny.
"El Ministerio Federal de Asuntos Exteriores ha declarado hoy persona non grata a un miembro del personal de la embajada rusa de Berlín", anunció en un comunicado. Los gobiernos de Polonia y Suecia realizaron anuncios similares en paralelo.
El gobierno sueco dijo haber "informado al embajador de Rusia que una persona de la Embajada debía abandonar Suecia. Es una respuesta clara a la decisión inaceptable de expulsar a un diplomático sueco que no hacía más que cumplir sus funciones", escribió la ministra de Asuntos Exteriores, Ann Linde en Twitter.
Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia también anunció en Twitter su decisión de declarar "a un empleado del Consulado General de Rusia en Poznan (oeste) como persona non grata", ante la decisión "injustificada" de Moscú.
"La decisión tomada hoy (lunes) por Polonia, Alemania y Suecia es infundada y hostil", declaró la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, a la cadena de televisión pública Rossia 1, denunciando una vez más la "injerencia" occidental en los asuntos internos de su país.
Rusia anunció el viernes la expulsión de los diplomáticos europeos acusándolos de haber participado en protestas favorables a Navalny el 23 de enero, lo que consideró acciones "inaceptables e incompatibles con su estatuto".
La UE ha reclamado en múltiples ocasiones la liberación inmediata de Navalny, principal opositor del Kremlin encarcelado desde el 17 de enero a su regreso a Moscú desde Alemania, donde se recuperó de un envenenamiento que atribuye al presidente ruso, Vladimir Putin.
Fue condenado el 2 de febrero a purgar una pena de dos años y ocho meses de cárcel por no haber respetado un control judicial que data de 2014.
La represión de las concentraciones de apoyo a su liberación se han saldado con un récord de cerca de 10 mil detenidos.