Santiago. Con música y gritos exigiendo justicia, cerca de un centenar de personas acompañaron este lunes en Santiago el funeral de Francisco Martínez, el artista callejero que murió tras ser baleado por un policía en el sur de Chile.
El cuerpo de Martínez, de 27 años, fue trasladado hasta un cementerio de la comuna de Puente Alto, en el sur de Santiago, acompañado por su familia, amigos y otros artistas callejeros con banderas del pueblo mapuche y en medio de música y gritos pidiendo "justicia para Francisco" pero también en repudio a la policía y el gobierno del presidente Sebastián Piñera, según constató un periodista de la AFP.
En el cementerio se vivieron tensos momentos cuando asistentes al funeral violentaron a equipos de prensa que llegaron al lugar para cubrir el hecho y que fueron obligados a salir del cementerio con golpes y piedras, según imágenes difundidas en medios locales.
El malabarista fue velado el domingo en el populoso barrio de Bajos de Mena, también en el sur de la capital chilena, donde vive su familia. A ese lugar llegaron centenares de personas incluidos artistas nacionales y personalidades como Gustavo Gatica, un joven que quedó ciego por balines disparados por la Policía en medio de una protesta en noviembre del 2019, un mes después de iniciado el estallido social que sacudió durante semanas a Chile.
La muerte de Martínez ocurrió el viernes en la localidad de Panguipulli (a unos 850 km al sur de Santiago) cuando se negó a un control de identidad que ordenaban carabineros (policías uniformados) mientras hacía malabares con dos sables en una concurrida calle.
Uno de los agentes disparó dos veces a los pies del artista callejero como advertencia, tras lo cual, el malabarista se abalanzó hacia el policía que le había disparado y recibió otros disparos, tras lo cual cayó al suelo, según los informes de la Policía.
El hecho causó gran indignación en el país y violentas protestas en Panguipulli, donde se incendió la Municipalidad y una decena de edificios públicos. Las protestas se extendieron el fin de semana a Santiago y otras ciudades donde se registraron enfrentamientos con fuerzas del orden.
La muerte de Martínez reavivó las críticas en contra de la Policía chilena, fuertemente cuestionada por las denuncias de violaciones a los derechos humanos en el control de las manifestaciones sociales que estallaron a partir de octubre de 2019.