¿Cuándo terminará la pandemia? Es la pregunta que preocupa a todos desde que el Covid-19 surgió en el mundo el año pasado. “La respuesta se puede medir en vacunas”, escribe Tom Randall, de Bloomberg. La agencia ha construido una base de datos con las cifras de las que se han aplicado, ya sumaron este fin de semana 131 millones de dosis. Para que los países alcancen la llamada “inmunidad de rebaño” se requiere que 75 por ciento de la población la haya recibido. El desarrollo es desigual. Algunas naciones progresan mucho más rápido que otras. Israel tiene la mayor tasa de vacunación del mundo y alcanzará 75 por ciento de cobertura en sólo dos meses. Estados Unidos llegará justo a tiempo para la celebración del año nuevo 2022. Dado que las inmunizaciones se llevan a cabo con mayor velocidad en los países occidentales más ricos que en el resto del planeta, el mundo necesitará, en conjunto, de siete años al ritmo actual, concluye Bloomberg. Las vacunas protegen contra el Covid-19 pocas semanas después de haber sido aplicadas. Pero si sólo unas cuantas personas en una comunidad se vacunan, el virus puede seguir propagándose sin control. A medida que más personas la reciben, algunos grupos comienzan a construir una defensa colectiva para que las chispas aisladas de infección se quemen en lugar de extenderse. En la comunidad científica hay definiciones contradictorias para cuándo se logra la inmunidad de rebaño. ¿Es cuando suficientes personas están protegidas que comienza a tener un efecto medible en la velocidad de transmisión? Eso podría comenzar mucho antes de que 75 por ciento estén completamente vacunadas. Otros lo definen como el punto en que los brotes ya no pueden ampliarse. Siete años son muchos; es necesario que inventen tratamientos para los enfermos, además de las vacunas.

Trato de lujo

Los grandes empresarios siguen con interés el caso de su compañero y amigo (de muchos de ellos) Alonso Ancira. ¿Cuál es el trato del gobierno de la 4T a un hombre de negocios que presuntamente hizo un negocio ilegal con Pemex? Son pocos los casos de empresarios que han sido perseguidos y encarcelados en el pasado. Habría que mencionar a Jorge Lankenau, presidente de Grupo Abaco, ya fallecido, que estuvo ocho años en prisión; Gastón Azcárraga, presidente del Consejo de Mexicana de Aviación, huyó a Nueva York y nunca fue apresado; el banquero José Isidoro Rodríguez, conocido como El Divino, quien cobró fama cuando, al tratar de evadir la mano de la justicia, saltó al mar desde un yate en aguas de Palma de Mallorca y fue detenido por la Interpol; otro banquero, Carlos Cabal Peniche, estuvo preso y recientemente quiso comprar parte de las acciones de Interjet, tal vez lo bloquearon; AL dueño de Ficrea, Rafael Antonio Olvera Amezcua, apresado en Estados Unidos, su extradición a México ha demorado mucho; también estuvo recluido por fraude el presidente de Aeroméxico, Gerardo de Prevoisin. Todo esto ocurrió en los últimos 25 años. Vicente Fox tuvo oportunidad de investigar la privatización de bancos y empresas estatales que hicieron Salinas de Gortari y Zedillo, pero en su lugar culminó la venta de Banamex a Citibank. Volviendo al tema Ancira: pasó el fin de semana en el reclusorio, no obstante que ofreció ¡2 millones de dólares! como caución para que lo dejaran ir a su casa y desde ahí continuar su proceso. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ya dijo que podría aplicarse un “criterio de oportunidad” si paga 200 millones de dólares y “colorín, colorado”. Es el sobreprecio que habría recibido del chico de humo Emilio Lozoya por la planta chatarra de Agronitrogenados. Está tratando mejor el gobierno de la 4T a los machuchones que los gobiernos del neoliberalismo. ¿De qué se quejan?

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