Aquel 5 de agosto de 2015 los Tigres de Ricardo Ferretti mordieron el polvo ante el River Plate en el estadio Monumental cuando todo apuntaba a que el equipo con la economía más poderosa de México por fin conquistaría la Copa Libertadores, pero se estrellaron en seco ante un juego cuyo sello es la rudeza y mil mañas, o como definió entonces André Pierre-Gignac, “nos ganaron por carácter y por vicios”, aunado a su vasta experiencia en el torneo sudamericano.
Los felinos aceptaron las críticas y Ferretti debió cargar otro lustro con las etiquetas que lo acusan de no saber ganar en el plano internacional, de ser un equipo casero con sello de juego defensivo, aplicando el tucamión. El domingo en Catar no varió su estilo: se adelantó con un gol; sin embargo, se defendió casi por nota y atacó cuando pudo. Hoy, de la mano de Gignac, hace historia llevando a un equipo de la Concacaf a la final del Mundial de Clubes.
El tercer lugar de Necaxa, América, Monterrey y del Pachuca fue superado por unos Tigres que quedaron a la espera del Bayern Munich, el cuadro teutón tendrá este lunes un partido de trámite ante el egipcio Al-Ahly y los regios esperan exorcizar aquel aciago episodio ante el River Plate. El apoteósico festejo en el vestidor fue sólo un breve paréntesis; el timonel los quiere fríos, templados para dar el zarpazo final.
A Gignac, quien se define como un jugador “con 70 por ciento de mentalidad, 20 de talento y 10 de suerte”, le saltó del pecho el espíritu gitano, la sangre caliente: En el partido ante Palmeiras advirtió pronto la ruda marca de la zaga enemiga, y mientras pedía la marcación de una falta, provocador y burlón, el técnico Abel Ferreira le mandó un beso al aire. Imperturbable continuó su bregar y al final se desquitó: “Creo que festejaron mucho la Libertadores”.
La Máquina enderezó el camino y suma tres triunfos en fila, Jonathan Rodríguez, aunque falló una opción increíble, confirmó que está de vuelta con ánimo de revancha. Querétaro y Toluca golearon para darle un toque de lustre y espectacularidad a la quinta fecha de una competencia que todavía presenta varios lapsos grises; no obstante, hay mejoría, los equipos han ganado ritmo.
La Liga Mx está de parto, dando a luz jugadores. Algunos clubes van entendiendo y dando sentido a la actual circunstancia: una crisis económica que redundó en muy pocos fichajes y ninguna “bomba”, entonces, están siguiendo la pauta marcada por equipos como Pumas y Santos Laguna en eso de dar salida a sus jóvenes promesas, incluso sabiendo que el precio puede ser alto, pero qué más da.
José Guadalupe Cruz, estratega del Necaxa, sorprendió al debutar ante Cruz Azul al adolescente Bryan Casas, delantero de 16 años, quien ya es el quinto jugador más joven en probar la rudeza del máximo circuito. El oriundo de Aguascalientes hace recordar a Erick Sánchez, quien también a esa edad recibió la primera oportunidad no hace mucho con los Tuzos del Pachuca.
Santos está impulsando los sueños en su cantera. Carlos Acevedo es un guardameta que ha aprovechado de gran manera la oportunidad con los Guerreros, fue brillante su actuación en el duelo ante Atlas. Ahí mismo destacan Jordan Carrillo, Jesús Ocejo, Omar Campos y Santiago Muñoz, éste último amenaza con partir dejando el equipo con las manos vacías y exhibiendo otra vez el mal trabajo de los llamados departamentos de inteligencia.
Los jóvenes aspirantes reciben menos impulso en los equipos millonarios. El torneo anterior Monterrey debutó a Ángel Zapata, al quien casi desecha por su baja estatura; sin embargo, se ve difícil que tenga continuidad. También resultó muy curioso el estreno del portero de Tigres Carlos Galindo, quien fue echado del club, luego lo regresaron ante las bajas por Covid de Nahuel Guzmán y Miguel Ortega. Ahora espera otra oportunidad en mejores circunstancias.
Marca la pauta Pumas, pero cada vez se hace más evidente que perdió el equilibrio con la salida de Carlos González y la lesión de Juan Dinenno; la chamacada no puede cargar con toda la responsabilidad… El Atlas ha mejorado, pero como si fuera presa de un sino maldito, sigue sin ganar… Parece difícil que las Chivas salgan del tobogán en caída libre en la visita de este lunes al León.