Tenemos antecedentes de la defensa de las fuentes de trabajo y de los recursos naturales a lo largo de nuestra historia. No se puede separar la lucha sindical de la defensa de las fuentes de energía. Aunque no sólo en esta área, los movimientos sindicales han sido reprimidos desde la aparición del primer sindicato organizado en México.
Es importante mencionar al primer Círculo Obrero, formado el 16 de septiembre de 1872 por trabajadores de diversas áreas productivas. Su importancia radica en que agrupó a más de 8 mil obreros, incluidas mujeres. Posteriormente, fue la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), la que en 1918 surge del movimiento armado revolucionario y cuya formación no estuvo libre de intensos encuentros antes de su consolidación.
Podemos decir que la defensa del trabajo fue mucho más intensa antes del periodo neoliberal. Pero no ha dejado de existir y continúa enfrentando las injusticias laborales y claro, también, la explotación irracional de los recursos energéticos. Igual podemos mencionar que han surgido organizaciones, y otros frentes de lucha que exigieron en su momento, el alto al despilfarro de estas fuentes de trabajo y de consumo. Mencionamos algunos, por ejemplo, el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (Sutin), el original Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (Stprm) –surgido de la movilización de obreros para lograr la Expropiación Petrolera– el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y otros de igual importancia.
Y la lucha sigue con la continuidad de otras organizaciones. Uno de estos ejemplos de continuidad y compromiso es la Organización Mexicana Pro-Cultura de Energías (Ompcen), presidida por el ingeniero Ernesto Gastón González Sepúlveda, quien envía a nombre de sus compañeros una carta a La Jornada, dirigida a Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República y que aquí reproducimos completa:
“Se escuchará la voz del pueblo organizado”.
“Son las palabras que el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, quien desde su campaña como candidato ha seguido cumpliendo, esta es la razón por la cual la Organización Mexicana Pro-Cultura de Energías “Ompcen” de la cual me siento honrado en ser su presidente, hace acto de presencia publicando una parte de los hechos que en el campo de la energía nuclear en lo referente a investigación, ciencia y tecnología, en su conjunto, ha quedado en el retraso por no tomarla en cuenta como punta de lanza en el área energética y que, por decisiones de los gobiernos anteriores, se ha hecho un gran daño a nuestro amado México.
“La ciudadanía y la comunidad científica mexicana en el ámbito nuclear de todo el país ha soportado y combatido las agresiones sufridas durante 37 años por parte del neoliberalismo económico de los conservadores, con tendencia a desaparecer la industria nuclear de nuestra nación, incluyendo los aspectos educativo, científico y tecnológico en el ámbito nuclear (con recortes indiscriminados, presupuestarios y de personal), con la finalidad de tener mayor retraso a escala internacional y hundir más al país en el aspecto económico.
“Sin embargo, a pesar de esta situación tan crítica en el ámbito nuclear para nuestra nación, seguimos en pie de lucha, con el corazón ardiente y la cabeza fría, esperando ser recibidos por el señor Presidente de la República y ser escuchados con nuestros planteamientos de modificaciones al artículo 27 constitucional en materia nuclear, anteponiendo en éstos la soberanía del país y la autosuficiencia energética nuclear, sin otorgamiento de las riquezas uraníferas de la nación a empresas privadas nacionales y extranjeras.
“Confiamos en el gobierno de la República para apoyar los planteamientos que presentemos y, como consecuencia, dar solución para la conformación de un sólo organismo nacional de la industria nuclear, como empresa paraestatal (descentralizada del gobierno federal) y que dependa de la Secretaría de Energía (Sener).
“Si los planteamientos técnicos económicos y políticos que se expongan por expertos ante nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador por parte del Congreso de la Unión, la comunidad científica mexicana en el ámbito nuclear, el Sutin, sindicatos universitarios y organizaciones no gubernamentales, no son atendidos en forma correcta, tendremos que lamentarnos todos los mexicanos de las nefastas consecuencias económicas que sufriremos a futuro en el campo de los energéticos al no considerar la rama nuclear dentro de los planes de trabajo del actual gobierno de nuestro querido país. Invito a que hagamos reflexión en el pensamiento siguiente: mientras más ahorremos en educación, ciencia y tecnología, más ricos seremos en ignorancia. Atentamente: Ing. Ernesto Gastón González Sepúlveda, presidente de la Ompcen.”