La pandemia puede volverse además una enfermedad mental si nos concentramos en coleccionar malas noticias. Por supuesto que las hay, pero si sólo atendemos a éstas vamos a desarrollar un mal mental derivado de la pandemia. El remedio es coleccionar buenas noticias.
Por ejemplo, se autorizó la reapertura de restaurantes siempre y cuando las ventas de alimentos se hagan al aire libre. Ésta es una buena noticia porque es muy alentador ver cómo la gente disfruta de la vida. Se ve a la gente haciéndose ilusiones de que la plaga se acabó y que las cosas vuelven a ser maravillosas, es decir, normales.
Además, esta semana se anunció que habrá vacunación universal y gratuita. Una vez vacunados, vamos a tener la magnífica sensación de que la vida vale la pena y que podemos regresar a nuestras actividades.
Otra buena noticia, aunque no para todos, es que el Presidente de la República restauró su salud 14 días después de contraer el Covid. Muchos quisieran que hubiera desaparecido, pero es un mal pensamiento si consideramos lo que hubiera sucedido al país y a la economía con semejante hecho.
El canciller Marcelo Ebrard declaró que se están consiguiendo vacunas por cientos de millones y no de un proveedor, sino de muchos. Está viva la esperanza de que pronto escaparemos de la plaga. Hay ocho distribuidores nuevos de vacunas y supimos que Pfizer retornará el suministro de dosis a México a partir del Día del Amor y la Amistad (14 de febrero) y que repondrá las entregas que no realizó. Ésas son buenas noticias. Coleccionémoslas.
La gente mayor y sus familias estaban furiosas porque no se podían registrar para recibir las vacunas. Al día siguiente se volvió a abrir la plataforma y funcionó. Otra buena noticia.
Hemos sabido también que la vacuna Sputnik V tiene una eficacia de 91.5% y en este mes se espera una carga de 400 mil dosis, para un total de 24 millones pactadas, y desde Argentina llegó un cargamento de 60 millones de dosis para envasar vacunas de AstraZeneca.
Ahora la gente ve con buenos ojos la distribución que organiza el gobierno. Si podemos coleccionar todas estas buenas noticias, nos podremos alejar de los malestares mentales y crisis neuróticas a que estamos expuestos.