En sólo una década las redes sociales pasaron de ser simples plataformas de interacción, a gigantes tecnológicos capaces de silenciar usuarios, incluido el presidente de Estados Unidos, y a concentrar una parte significativa del valor de Wall Street, uno de los centros de la economía global.
Su alcance es tal que Alphabet (Google y Youtube), Facebook (WhatsApp e Instagram), Twitter, Snapchat y Linkedin, concentran 13 de cada 100 dólares del valor total de la Bolsa de Nueva York, donde cotizan las empresas más grandes del mundo.
La bolsa neoyorkina tiene una capitalización de mercado de 20 billones de dólares, de los cuales poco más de 2.5 billones pertenecen a esas empresas de plataformas digitales o redes sociales, según datos oficiales.
Para dimensionar el poder económico de las redes sociales y buscadores de contenido, su valor es de poco más del doble respecto de la economía mexicana, cuyo producto interno bruto (PIB) equivale a aproximadamente 1.2 billones de dólares.
Según el Banco Mundial, el PIB de los países que componen el G-20 asciende a 70 billones de dólares, lo que significa que la capitalización de dichas compañías equivale a 3.5 por ciento del tamaño de las economías más grandes del mundo.
El reto de la regulación
Su poder económico supera a industrias clave como la de armamento, pues de acuerdo con la firma de estadísticas Statista, las 15 naciones más fuertes en este rubro, encabezadas por Estados Unidos, China, India, Rusia y Arabia Saudita, gastaron en cuestiones militares 1.3 billones de dólares durante 2019.
El alcance social y económico de estas plataformas tecnológicas no es casualidad, pues según un estudio DataReportal, Hootsuite y We Are Social, cerraron 2020 con un total de 3 mil 960 millones de usuarios, es decir, la mitad de la población mundial. Dicha cifra es 10 por ciento superior respecto del año previo.
El crecimiento que registran se da justo en un contexto en el que existe una discusión entre políticos, usuarios y especialistas sobre regular o no a las redes sociales.
Dicha discusión subió de tono en enero pasado, cuando Twitter suspendió la cuenta del entonces presidente de EU, Donald Trump, por considerar que difundía información falsa, ante lo cual la Comisión Europea señaló la necesidad de regular más la esfera digital y de asegurar que las plataformas se responsabilicen del contenido.
Un mes antes, Bruselas, sede de la Unión Europea, impuso reglas más estrictas a empresas como Google, Facebook y Amazon, enfocadas en que cuando un gobierno lo pida, retiren de sus plataformas contenidos ilegales en un plazo de una hora.
En México el partido Morena reveló la semana pasada, sin ofrecer mayores detalles, que está preparando una regulación en torno a las redes sociales.
En el mercado de Nueva York, la empresa de mayor capitalización bursátil es Alphabet, casa matriz de Google y Youtube, con 1.6 billones de dólares; seguida de Facebook, dueña de WhatsApp e Instagram, con 759 mil millones. Lejos están Snapchat, con 88 mil millones y Twitter, con 44 mil millones de dólares.