Ciudad de México. En 42 años el Lago de Pátzcuaro –esencial para la recarga de los mantos acuíferos y la producción de alimentos– perdió una superficie de humedales de 35 por ciento, advirtió Joaquín Garduño Maya, director de Ecología del municipio.
Refirió que mientras en 1972 el área abarcaba 111.7 kilómetros cuadrados, en 2014 la superficie disminuyó a 72.2 kilómetros cuadrados. Es decir, en 42 años se perdieron 3 mil 950 hectáreas de humedales.
En la última sesión de la Semana de los Humedales, Garduño Maya recordó que sólo 707 de las 13 mil hectáreas del lago son consideradas como sitio Ramsar –humedal de importancia internacional–, por lo que el año anterior se solicitó a la Comisión de Áreas Naturales Protegidas que sean su totalidad.
El Lago de Pátzcuaro, subrayó, es un humedal de tipo lacustre de vital importancia porque mejora la calidad de agua, tiene disponibilidad de sitios por las aves para anidar, sustratos para el desove de peces y es un excelente amortiguador de los efectos del azolve.
Señaló que actualmente “se tiene una preocupación extraordinaria por la situación en que se encuentra el Lago de Pátzcuaro”, ya que en los últimos cinco años el nivel de agua ha disminuido medio metro.
Esta condición ambiental, además de favorecer la proliferación de malezas acuáticas, como la introducción de especies y plantas exóticas, provoca problemas de sedimentación debido a la deforestación y el cambio de uso de suelo para actividades humanas como la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano.
El funcionario comentó que estos cambios causan desplazamientos de sedimentos de las partes altas de la cuenca al lago, por lo que en temporada de lluvias aproximadamente 100 mil metros cúbicos son depositados en el vaso lacustre. Esto azolva el lago y hace que pierda su profundidad.