El tiempo del confinamiento social por la pandemia de Covid-19 nos ha obligado a reflexionar profundamente sobre nuestras vidas y su sentido; sobre nuestros tiempos pasados y los inciertos futuros; sobre nuestros miedos y nuestras esperanzas; sobre nuestros padres, madres, hijas, hijos e hijes y sobre quienes adoptamos y cobijamos en nuestros proyectos de vida; las, los y les guardianes de la salud que arriesgan su vida y la de sus familias para proteger la nuestra, enfrentándose a la enfermedad en agotadoras jornadas llenas de compromiso con sus juramentos éticos; quienes hacen posible nuestra supervivencia en casa, quienes barren las calles, recogen la basura, entregan el periódico y la correspondencia, producen y comercian alimentos o cuidan de la seguridad y apagan incendios. Estos tiempos nos han permitido pensar también sobre nuestro papel en la sociedad y los compromisos que adquirimos en cada movimiento que hacemos en esas intrincadas estructuras familiares, laborales y sociales en que transitamos.
Todas, todos y todes, niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas, hemos tenido tiempos para pensarnos, reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza, nuestra salud, y sobre nuestras expectativas de vida.
En estos tiempos de agobiante incertidumbre es posible que nuestros pensamientos nos hayan acompañado muchas horas, ¿en qué hemos pensado? ¿cuántos de estos pensamientos están en papel o en la computadora? ¿hemos escrito para nuestra intimidad? ¿para otros y otras? ¿nos hemos hecho acompañar del pensamiento de otros y otras a través de sus escritos? ¿por medio de sus libros, artículos, o publicaciones? ¿hemos sonreído ante sus comentarios, por sus ocurrencias? ¿se han humedecido nuestros ojos por sus palabras? ¿nos hemos indignado junto con sus declaraciones? ¿qué hemos leído en estos tiempos? ¿y antes? ¿cuál libro hemos desempolvado? ¿cuál lectura nos ha conmovido, la de algún libro, película, serie o imagen?
Posiblemente, las palabras han sido las mejores compañeras de estos tiempos inciertos, pero también en los tiempos “prepandémicos”. Hoy, un gran grupo de colectivos docentes de educación básica y universitaria, responsables de bibliotecas y guardianes de la memoria, desde una verdadera pasión por la palabra, convocan a la comunidad escritora y lectora de todas las edades (niñas, niños, adolescentes, jóvenes, docentes, madres y padres) a reunirse y compartir sus escritos más acabados y sus autores y autoras favoritas, lo que implica la producción libre de textos y la comunicación de sus lecturas por placer. (https://t.ly/1FDd)
Se trata de reconocer la palabra como reflejo del pensamiento y alumbrar los procesos que se siguen para liberar las emociones, manejar las angustias, generar perspectivas de futuro en una visión que nos permita transitar por estos tiempos y circunstancias tan complejas en espacios liberadores alejados de las prácticas escolares y las tareas obligatorias e impulsados por las necesidades de encontrarnos y trazar nuevos caminos.
Quienes nos hemos reunido en la convocatoria, queremos saber qué escriben, a quién le escriben, para qué escriben, por qué escriben. Queremos igualmente conocer qué leen, qué autores prefieren, a cuáles regresan en momentos difíciles o gozosos, cuáles son los favoritos, a qué edades, en qué ámbitos y circunstancias. Nos interesa igualmente sobremanera saber cómo empiezan a apasionarse por interpretar imágenes en los primeros años de vida y cómo dicen a quienes les rodean, a través de sus dibujos, lo que piensan y sienten, para después atravesar un gozoso camino de escritura y lectura. Se trata pues de intentar develar el proceso a través del cual las palabras, los pensamientos y los sentimientos de otros y otras se convierten en parte de nuestra cosmovisión.
Creemos que la mejor perspectiva de lo que pasa con la escritura y la lectura en nuestro país la pueden dar quienes con pasión cotidiana se involucran en ellas en sus aulas y bibliotecas, despertando y guiando la necesidad de expresarse y entrar en contacto con el pensamiento universal a través del leer y escribir con sus comunidades.
Esperamos que el Encuentro Leer y escribir para la vida que se llevará a cabo del 22 al 26 de febrero permita descubrir los caminos que desde la docencia se trazan para que la comunidad escritora y lectora de este país ejerza su derecho a la expresión y a la comunicación.